10 de julio _ Los Siete Santos Hermanos, Mártires - Rufina y Segunda, Vírgenes Mártires Sd. - Rojo En Roma, el suplicio de siete santos Mártires hermanos, hijos de santa Felicitas, Mártir, a saber: Jenaro, Félix, Felipe, Silvano, Alejandro, Vidal y Marcial, siendo Emperador Antonino y Prefecto de Roma Publio. Jenaro, después de azotado con varas y maltratado en la cárcel, fue muerto con plomadas; Félix y Felipe murieron apaleados; Silvano murió despeñado; Alejandro, Vidal y Marcial fueron decapitados. Los siete hermanos (Jenaro, Félix, Felipe, Silvano, Alejandro, Vidal y Marcial), cuya fiesta celebramos, son los hijos de Santa Felicitas, ilustre romana del siglo II. Confesaron la fe valientemente ante la mirada de esta madre admirable que temía más, dice San Gregorio Magno, dejar a sus hijos vivos después de ella, que, como suelen temer los padres carnales, verlos morir antes. Rufina y Segunda eran hermanas; sus padres las habían prometido a dos señores romanos, pero rehusaron casarse, porque ya habían elegido como esposo a Jesucristo. Se las encarceló y se las azotó para que consintiesen en la pérdida de la virginidad y de la fe. Se las arrojó al Tíber, pero un ángel acudió a sacarlas. Finalmente, fueron decapitadas por orden de los emperadores Valeriano y Galo, en el año 257. En Roma también, las santas Vírgenes y Mártires Rufina y Segunda, hermanas, que en la persecución de Valeriano y Galieno, fueron sometidas a la tortura, y por último, partida a una la cabeza con una espada y cortada a otra la cerviz, volaron al cielo. Sus cuerpos se guardan con el debido honor en la Basílica Lateranense, cerca del Bautisterio. En África, los santos Mártires Jenaro, Marino, Nabor y Félix, que fueron degollados. En Nicópolis de Armenia, los santos Mártires Leoncio, Mauricio, Daniel y sus Compañeros; los cuales, en tiempo del Emperador Licinio, y siendo Presidente Lisias, diversamente atormentados y por último arrojados al fuego, acabaron el curso de su martirio. En Pisidia, los santos Mártires Bianor y Silvano, que, habiendo sufrido por el nombre de Cristo cruelísimos tormentos, al fin, cortada la cabeza, fueron coronados. En Iconio de Licaonia, san Apolonio, Mártir, que consumó en la cruz un ilustre martirio. En Gante de Flandes, santa Amelberga, Virgen.