6 de junio _ San Norberto, Obispo y Confesor D. - Blanco En Magdeburgo, san Norberto, Obispo de la misma ciudad, y Confesor, que fue Fundador de la Orden Premonstratense. n. alrededor del año 1080 en Santes, Alemania; † 6 de junio de 1134 en Magdeburgo, Alemania. Patrono de la paz y de los que trabajan por ella. San Norberto se preparó durante cuarenta días para celebrar su primera misa. Después de haber predicado el Evangelio por espacio de muchos años, fundó la Orden de los premonstratenses según la regla de San Agustín. Llamado a Amberes, confundió allí al herético Tanquelino que atacaba los Sacramentos y profesaba, en lo relativo a costumbres, doctrinas abominables. Nombrado obispo de Magdeburgo, dedicose a restablecer la disciplina eclesiástica. Solía decir: “He estado en la Corte, he estado en la soledad, he ocupado altos cargos; pero no he encontrado nada mejor que servir a Dios y ser suyo totalmente”. Murió en el año 1134. En Cesárea de Palestina, el dichoso tránsito de san Felipe, uno de los siete primeros Diáconos; el cual, esclarecido en milagros y prodigios, convirtió a Samaria a la fe de Cristo y bautizó al Privado de Candaces, Reina de los Etíopes; y por último, descansó en Cesarea. Junto a él están sepultadas tres Vírgenes Profetisas, hijas suyas, pues la cuarta, llena del Espíritu Santo, murió en Éfeso. En Roma, los santos Artemio, Cándida, su mujer, y Paulina, su hija. Artemio, convertido a Cristo por la predicación y milagros de san Pedro Exorcista, y bautizado con toda su familia por san Marcelinor Presbítero, fue, de orden del Juez Sereno, azotado con plomadas y pasado a cuchillo. Su mujer e hija, empujadas a una cueva, fueron entre piedras y escombros sepultadas. En la campiña de Bolonia, san Alejandro, Obispo de Fiésole y Mártir; el cual, regresando de la ciudad de Pavía, donde había defendido ante el Rey de los Longobardos los bienes de su Iglesia contra los usurpadores, fue por éstos arrojado al río Reno y ahogado en su corriente. En Tarso de Cilicia, veinte santos Mártires, los cuales, en tiempo de Diocleciano y Maximiano, siendo Juez Simplicio, con diversos tormentos glorificaron a Dios en sus cuerpos. En Noyón de las Galias, los santos Mártires Amancio, Alejandro y sus Compañeros. En Milán, la dichosa muerte de san Eustorgio Segundo, Obispo y Confesor. En Verona, san Juan, Obispo. En Besanzón de Francia, san Claudio, Obispo.