10 de mayo _ San Antonino (Antolín), Obispo y Confesor D. - Blanco San Antonino, de la Orden de Predicadores, Obispo de Florencia y Confesor, de cuyo tránsito se hace conmemoración el 2 de este mes. Antonino, que entró en la orden de Santo Domingo a la edad de doce años, fue un modelo de humildad, de recogimiento y de mortificación. Jamás comió carne y, enfermo o sano, dormía sobre una tabla. Fue menester que el Papa Eugenio IV lo amenazase con excomunión para hacerle aceptar el arzobispado de Florencia. No quiso mas riquezas que la virtud; todo lo que poseía dábalo a los pobres, llegando al extremo de vender, para socorrerlos, parte de los muebles y de la ropa. Murió en mayo de 1459, a los 70 años de edad. El mismo día: Santo Maestro Juan de Ávila, Confesor D. - Blanco Memoria de san Juan de Ávila, presbítero, que falleció en Montilla, lugar de Andalucía, en España; había recorrido toda la región de la Bética predicando a Cristo, y después, habiendo sido acusado injustamente de herejía, fue recluido en la cárcel, donde escribió la parte más importante de su doctrina espiritual. Es el santo del patronazgo: patrono del clero español. En Roma, en la vía Latina, el triunfo de los santos Mártires Gordiano y Epímaco; el primero, por confesar el nombre de Cristo, fue largamente azotado con plomadas en el imperio de Juliano Apóstata y, por último, decapitado; los Cristianos sepultaron de noche su cuerpo en una cripta de la misma vía, adonde poco antes habían sido trasladadas las reliquias del Mártir san Epímaco desde Alejandría, donde por la fe de Cristo había sido martirizado el 12 de Diciembre. En tierra de Hus, san Job, Profeta, varón de admirable paciencia. En Roma, san Calepodio, Presbítero y Mártir, a quien el Emperador Alejandro hizo degollar y que su cuerpo fuese arrastrado por la ciudad y arrojado al Tíber; mas hallolo el Papa Calixto y le dio sepultura. Fue también degollado el Cónsul Palmado con su mujer e hijos, y otros cuarenta y dos de su casa, de uno y otro sexo; asimismo Simplicio, Senador, con su mujer y sesenta y ocho de su familia; y últimamente Félix, con su esposa Blanda. Las cabezas de todos fueron expuestas en diversas puertas de Roma para escarmiento de los Cristianos. Allí también, en la vía Latina, junto a las Cien-Salas, el suplicio de los santos Mártires Cuarto y Quinto, cuyos cuerpos fueron trasladados a Capua. En Lentini de Sicilia, los santos Mártires Alfio, Filadelfo y Girino. En Esmirna, san Dioscórides, Mártir. En Tarento, san Cataldo, Obispo, esclarecido en milagros. En Madrid, san Isidro Labrador, a quien, ilustre en milagros, el Papa Gregorio XV puso en el número de los Santos juntamente con los santos Ignacio, Francisco Javier, Teresa y Felipe Neri. En Milán, la Invención de los santos Mártires Nazario y Celso; cuando el Obispo san Ambrosio halló el cuerpo de san Nazario bañado aún en sangre fresca, y lo trasladó a la Basílica de los Apóstoles junto con el cuerpo del niño san Celso, a quien el mismo Nazario había criado. Anolino, en la persecución de Nerón, hizo degollar a ambos juntos el 28 de Julio, día en que se celebra la festividad de su glorioso martirio.