9 de marzo _ Santa Francisca Romana, Viuda. En Roma, santa Francisca Romana, Viuda, célebre por la nobleza del linaje, santidad de vida y don de milagros. Santa Francisca Romana veía siempre a su lado al ángel custodio. Éste se avergonzaba y se apartaba cuando ella cometía una falta, o cuando escuchaba conversaciones profanas. Jesús y María conversaban familiarmente con ella. ¿Admiras estas mercedes? Sin embargo, hay algo más admirable en la vida de Santa Francisca: su humildad y su obediencia. Por obedecer a su marido, en el acto abandonaba sus ejercicios de devoción. “Es –decía– dejar a Dios por Dios”. Murió en 1440. En Sebaste de Armenia, el triunfo de cuarenta santos soldados de Capadocia, que, imperando Licinio y presidiendo Agricolao, después de las cadenas y horribles cárceles, después que les hirieron con piedras los rostro, fueron condenados, en lo más crudo del invierno, a pasar la noche desnudos al raso, en un estanque helado, donde, ateridos de frío, se despedazaban los cuerpos; al fin, quebradas las piernas, consumaron el martirio. Eran, entre ellos, Cirión y Cándido los más ilustres; pero de todos ensalzan en sus escritos los esclarecidos triunfos san Basilio y otros Padres. En Nisa, el tránsito de san Gregorio, Obispo, hijo de los santos Basilio y Emmelia, y hermano de los santos Obispos Basilio Magno y Pedro de Sebaste, y de la Virgen Macrina; el cual, insigne en santidad y saber, por la defensa de la fe católica, en tiempo de Valente Emperador Arriano, fue arrojado de su ciudad. En Barcelona de España, san Paciano, Obispo, ilustre en santidad de vida y en la predicación; el cual, en la última vejez, cuando imperaba Teodosio, acabó su vida. En Bolonia, santa Catalina, Virgen, de la segunda Orden de san Francisco, ilustre en santidad de vida, cuyo cuerpo se venera con gran devoción en la misma ciudad.