17 de enero _ S. Antonio (Antón), Abad. D. - Blanco En la Tebaida, san Antonio, Abad, que fue padre de muchos Monjes, preclarísimo por su vida y milagros, cuyos hechos narró en un excelente libro san Atanasio. Su sagrado cuerpo, hallado por revelación divina en tiempo del Emperador Justiniano, y traslado a Alejandría, fue enterrado en la Iglesia de san Juan Bautista. Si quieres ser perfecto, anda y vende cuanto tienes,y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo: ven después y sígueme. (Mateo 11, 21). San Antonio, al oír estas palabras del Evangelio, se las aplicó como si hubieran sido dichas especialmente para él. Distribuyó sus bienes entre los pobres y se retiró al desierto. El demonio, para seducirlo, empleó toda la pompa de las grandezas, todo el brillo del oro y todos los atractivos de la voluptuosidad; pero su humildad lo libró de sus asechanzas, el temor al infierno extinguió los ardores impuros que encendía en su corazón, y la invocación a Jesús le dio la victoria sobre todos sus enemigos. Murió en el año 356. En Langres de Francia, los tres santos gemelos Espeusipo, Eleusipo y Meleusipo; los cuales, con su abuela Leonila, fueron coronados del martirio en tiempo del Emperador Marco Aurelio. En Bourges de Aquitania, el tránsito de san Sulpicio, Obispo, llamado el Piadoso, cuya vida y preciosa muerte se recomienda por sus gloriosos milagros. En Roma, en el monasterio de san Andrés, los santos Monjes Antonio, Mérulo y Juan, de quienes escribe san Gregorio Papa. En los confines de la región Edesana, en Mesopotamia, san Julián, Ermitaño, por sobrenombre Sabas, el cual, en tiempo del Emperador Valente, restableció, con la virtud de los milagros, la fe católica, casi extinguida en Antioquía. En Roma, la Invención de los santos Mártires Diodoro, Presbítero, Mariano, Diácono, y sus Compañeros; los cuales, gobernando la Iglesia de Dios el Papa san Esteban, consiguieron el martirio el 1 de Diciembre.