[Oratio] Te suplicamos, Señor, que Santa N., virgen y mártir, nos alcance tu perdón: pues siempre te agradó por su castidad y dio testimonio de tu poder. $Per Dominum [Introitus] !Ps 118:95-96 v. Me acechan los pecadores para perderme; pero yo, Señor, estoy atento a tus preceptos; he visto lo limitado de toda perfección, mas es muy anchuroso tu mandato. (Aleluya, aleluya.) !Ps 118:1 Dichosos los que, puros en sus sendas caminan en la ley del Señor. &Gloria v. Me acechan los pecadores para perderme; pero yo, Señor, estoy atento a tus preceptos; he visto lo limitado de toda perfección, mas es muy anchuroso tu mandato. (Aleluya, aleluya.) [Oratio] (ad missam) Te suplicamos, Señor, nos implore tu perdón la santa virgen y mártir N., que siempre te fue grata, así por el mérito de su pureza, como por el testimonio que dio de tu poder. $Per Dominum [Lectio] Del Libro del Eclesiástico !Sir 51:13-17 Señor Dios mío, tú me has levantado una morada sobre la tierra; yo te he suplicado cuando la muerte se aproximaba. He invocado al Señor, Padre de mi Señor, para que no me desamparase en el tiempo de la tribulación, sin ayuda en el tiempo de los soberbios. Celebraré sin cesar tu nombre y lo glorificaré en mis alabanzas; mi oración ha sido escuchada y me has salvado de la ruina y me has librado de los días malos. Por eso te glorificaré y cantaré alabanzas, Señor y Dios nuestro. [Evangelium] Lectura + del Santo Evangelio según san Mateo !Mt 13:44-52 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante de perlas finas, que al encontrar una de gran valor se va a vender todo lo que tiene y la compra. El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final de los tiempos: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno de fuego. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Habéis entendido todo esto?». Ellos le responden: «Sí». Él les dijo: «Pues bien, un escriba que se ha hecho discípulo del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando de su tesoro lo nuevo y lo antiguo». [Offertorium] !Salm 44:3 Derramada se ve la gracia en tus labios; por eso te bendijo Dios para siempre. (Aleluya.) [Secreta] Recibe, Señor, benigno, este sacrificio consagrado por los méritos de tu santa virgen y mártir N., y concédenos nos ayude a conseguir la vida eterna. $Per Dominum [Communio] !Salm. 118:121,122,128 He practicado la rectitud y la justicia; que no me opriman, Señor, los soberbios; he procedido según todos tus preceptos y aborrezco todo camino de maldad. (Aleluya.) [Postcommunio] Saciados con la abundancia del don divino, te rogamos, ¡oh Señor Dios nuestro!, que por la intercesión de tu santa virgen y mártir N. hallemos siempre la vida recibiéndolo. $Per Dominum