[Officium] Commune Plurimorum Martyrum Pontificum [Missa] Intret in conspectu [Ant Vespera] ¡Cuántos tormentos * han sufrido todos los santos para llegar seguros a la palma del martirio! Con la palma * del martirio han llegado los santos al reino; han merecido recibir de la mano de Dios la corona de gloria. Los cuerpos de los santos * fueron sepultados en paz y su nombre vivirá eternamente. Mártires del Señor, * bendecid al Señor eternamente. Coro de los mártires, * alabad al Señor en el cielo, aleluya. [Hymnus Vespera] {:H-Sanctorummeritis:}v. Loemos de los Mártires los méritos y glorias: digno objeto a los cánticos ofrecen sus victorias; y el alma se recrea de tan feliz pelea los triunfos en cantar. _ A estos el mundo fatuo desprecia y aborrece: vano y de flores árido, desprecio les merece a los que fieles siguen las huellas, y consiguen a Jesus imitar. _ Por ti la furia bárbara arrostran del tirano: con potro, rueda, ecúleo les amenaza en vano: con uñas aceradas sus carnes desgarradas, no vacila su fe. _ Dan al hierro mortífero sus cuellos como ovejas: no suenan voces tímidas, ni murmurantes quejas: sus corazones buenos, tranquilos y serenos muriendo se les ve. _ Solo una lengua angélica decir puede los dones, la gloria que a los mártires en tu bondad dispones: lauros esclarecidos, con sangre enrojecidos, orlan su santa sien. _ A Ti, Dios amantísimo, pedimos nos atiendas; perdones nuestros crímenes, · apartes las contiendas; que en paz y con tus Santos cantemos dulces cantos por los siglos, Amén. [Versum 1] V. Alegraos, justos, y gozad en el Señor. R. Aclamadlo los de corazón sincero. [Ant 1] El reino de los cielos * pertenece a aquellos que, venciendo al mundo, lavaron sus vestidos en la sangre del Cordero y alcanzaron los premios eternos. [Oratio] Te pedimos, Señor, que la fiesta de tus santos mártires y obispos N. y N. nos sirva de protección y que su oración santa interceda por nosotros. $Per Dominum [Hymnus Matutinum] {:H-Christoprofusum:}v. Sangre vertida por Cristo, triunfos y glorias de mártires, dignos laureles del cielo, alegres las voces canten. _ Vencido el terror del mundo, sin que el dolor los quebrante, breve camino a la vida muerte gloriosa les abre. _ Probados son con el fuego; rasgan las fieras sus carnes; hondos surcos los verdugos hacen con uñas punzantes. _ Sájanles vientre y entrañas; corre a torrentes la sangre: la gracia les da firmeza, no se conmueven ni abaten. _ Ahora, Señor, te pedimos nos congregues con tus mártires en las celestes moradas por siglos interminables. Amén. [Ant Matutinum] Cabe la corriente de las aguas * plantó la viña de los justos, y la voluntad de éstos se conformó con la ley del Señor.;;1 El Señor probó a sus elegidos * como el oro en el crisol; y los recibió como holocaustos eternos.;;2 Si sufrieron tormentos delante de los hombres, * la esperanza de los elegidos es inmortal para siempre.;;3 Daré a mis santos * un lugar excelente en el reino de mi Padre, dice el Señor.;;14 A los santos que moran en la tierra, * he manifestado de una manera admirable mi voluntad para con ellos.;;15 Los santos que esperan en el Señor, * poseerán la fortaleza, estarán dotados de alas como las águilas, volarán y no se cansarán.;;23 Los justos * vivirán eternamente, y su recompensa está en Dios.;;32 Entregaron * sus cuerpos a la muerte, antes que servir a los ídolos; por esto, coronados, poseen la palma.;;33 He aquí que la recompensa * de los Santos es grande delante de Dios; ellos murieron por Cristo y vivirán eternamente.;;45 [Nocturn 2 Versum] V. Que los justos se alegren en la presencia de Dios. R. Rebosando de alegría. [Nocturn 3 Versum] V. Los justos viven eterna mente. R. Reciben de Dios su recompensa. [Lectio1] De la Epístola del Apóstol San Pablo a los Romanos !Rom 8:12-19 12 Así, pues, hermanos, no somos deudores a la carne de vivir según la carne, 13 que si vivís según la carne moriréis; mas si con el espíritu mortificáis las obras de la carne, viviréis. 14 Porque los que son movidos por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. 15 Que no habéis recibido el espíritu de siervos para recaer en el temor, antes habéis recibido el espíritu de adopción, por el que clamamos: ¡Abba, Padre! 16 El Espíritu mismo da testimonio a una con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios, 17 y si hijos, también herederos de Dios, coherederos de Cristo, supuesto que padezcamos con El, para ser con El glorificados. 18 Tengo por cierto que los padecimientos del tiempo presente no son nada en comparación con la gloria que ha de manifestarse en nosotros; 19 porque la expectación anhelante de lo creado ansía la manifestación de los hijos de Dios, [Responsory1] R. Enjugará Dios de sus ojos todas las lágrimas; y ya no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor alguno: * Porque las cosas de antes han pasado, V. Ya no tendrán hambre, ni sed, ni descargará sobre ellos el sol, ni el bochorno. R. Porque las cosas de antes han pasado. [Lectio2] !Rom 8:28-34 28 Ahora bien: sabemos que Dios hace concurrir todas las cosas para el bien de los que le aman, de los que según sus designios son llamados. 29 Porque a los que de antemano conoció, a ésos los predestinó a ser conformes con la imagen de su Hijo, para que Éste sea el primogénito entre muchos hermanos; 30 y a los que predestinó, a ésos también llamó; y a los que llamó, a ésos los justificó; y a los que justificó, a ésos también los glorificó. 31 ¿Qué diremos, pues, a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no perdonó a su propio Hijo, antes le entregó para todos nosotros, ¿cómo no nos ha de dar con Él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Siendo Dios quien justifica, 34 ¿quién condenará? Cristo Jesús, el que murió, aún más, el que resucitó, el que está a la diestra de Dios, es quien intercede por nosotros. [Responsory2] R. Los varones santos derramaron su gloriosa sangre por el Señor, amaron a Cristo en su vida, y con su muerte le imitaron: * Por esto merecieron coronas de vencedores, V. Ellos tenían un espíritu y una fe. R. Por esto merecieron coronas de vencedores. [Lectio3] !Rom 8:35-39 35 ¿Quién nos arrebatará al amor de Cristo? ¿La tribulación, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, la espada? 36 Según está escrito: Por tu causa somos entregados a la muerte todo el día, somos mirados como ovejas destinadas al matadero. 37 Mas en todas estas cosas vencemos por aquel que nos amó. 38 Porque persuadido estoy que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni lo presente, ni lo venidero, ni las potestades, 39 ni la altura, ni la profundidad, ni ninguna otra criatura podrá arrancarnos el amor de Dios en Cristo Jesús, nuestro Señor. [Responsory3] R. Entregaron sus cuerpos a los suplicios por contentar a Dios: * Y merecieron poseer coronas perpetuas, V. Estos son los que vinieron de una gran prueba, y lavaron sus túnicas en la sangre del Cordero. R. Y merecieron poseer coronas perpetuas. &Gloria R. Y merecieron poseer coronas perpetuas. [Lectio4] Sermón de San Agustín, Obispo. !Sermón 47 de los Santos Cuantas veces, hermanos carísimos, celebramos las solemnidades de los santos mártires, de tal suerte esperemos con su intercesión conseguir beneficios temporales de Dios, que imitando a los mismos mártires, merezcamos recibir los eternos. Los goces de las festividades de los santos mártires, los celebran en verdad, los que siguen los ejemplos de los mismos mártires. Pues estas solemnidades deben servirnos como otras tantas exhortaciones para animarnos a los sufrimientos, de suerte que no seamos perezosos en la imitación de lo mismo que nos place celebrar. [Responsory4] R. Tus santos, Señor, recorrieron un camino admirable, observando tus preceptos, a fin de mantenerse ilesos en medio de las grandes pruebas: * La tierra se mantuvo firme, y pasaron el Mar Rojo sin obstáculo alguno, V. Porque hirió la piedra, manaron las aguas, y se formaron torrentes caudalosos. R. La tierra se mantuvo firme, y pasaron el Mar Rojo sin obstáculo alguno. [Lectio5] Mas nosotros queremos alegrarnos con los Santos, pero huimos de sufrir con ellos las persecuciones del mundo. Y a la verdad, el que no quisiere imitar a los santos mártires en cuanto le fuere posible, no podrá conseguir su bienaventuranza. El mismo Apóstol Pablo nos lo enseña, diciendo: Si fuéremos compañeros en los sufrimientos, lo seremos en las consolaciones. Y el Señor, en el Evangelio: Si el mundo os aborrece, sabed que primero me ha aborrecido a mí. Renuncia a ser parte del cuerpo el que no quiere soportar el odio junto con la cabeza. [Responsory5] R. Los santos no temieron los golpes de los verdugos y murieron por el nombre de Cristo; * Para llegar a ser herederos en la casa del Señor. V. Entregaron sus cuerpos a los suplicios por amor de Dios. R. Para llegar a ser herederos en la casa del Señor. [Lectio6] Pero dirá alguno: Y ¿quién hay que pueda seguir las pisadas de los mártires? Al tal, yo respondo, que no sólo a los mártires, sino al mismo Señor, con su auxilio, si queremos, podemos imitar. No soy yo, sino el mismo Señor, quien levanta su voz diciendo al linaje humano: “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón”. Oigamos al Apóstol Pedro: “Cristo ha padecido por nosotros, dejándonos un ejemplo, a fin de que sigamos sus pisadas”. [Responsory6] R. El Señor probó a sus escogidos como al oro en el crisol, y los recibió como víctimas de holocausto; y en su tiempo se les dará la recompensa. * Porque la gracia y la paz es para sus escogidos. V. Los que en Él confian, entenderán la verdad; y los que guardan fidelidad a su amor le permanecerán adictos. R. Porque la gracia y la paz es para sus escogidos. &Gloria R. Porque la gracia y la paz es para sus escogidos. [Lectio7] Lectura del santo Evangelio según San Lucas !Lc 21:9-19 En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: Cuando oyereis rumor de guerras y sediciones, no queráis alarmaros; es verdad que primero han de acaecer estas cosas, mas no por eso será luego el fin. Y lo que sigue. _ Homilía de San Gregorio, Papa. !Homilía 35 sobre los Evangelios. Nuestro Señor y Redentor nos anuncia los males venideros de este mundo que ha de perecer, a fin de que no nos espanten los males que han de venir por conocerlos de antemano. En verdad, los dardos que son previstos nos causan menos daño; y nosotros encontramos más llevaderos los males del mundo, si su conocimiento previo nos defiende a manera de escudo. He ahí, pues, qué dice: Cuando oyereis rumor de guerras y sediciones, no os alarméis; es verdad que primero han de acaecer estas cosas, mas no por eso será luego el fin. Hemos de meditar estas palabras de nuestro Redentor, por las cuales nos avisa que debemos sufrir males ya interiores, ya exteriores. En efecto, por guerras se entienden los combates contra los enemigos exteriores; y por sediciones, las luchas entre conciudadanos. Para indicarnos que seremos combatidos interior y exteriormente, confiesa que sufriremos unas cosas de los enemigos y otras de los hermanos. [Responsory7] R. A causa de la alianza con Dios y de las leyes paternas, los santos perseveraron en el amor fraterno: * Porque siempre tuvieron un mismo espíritu y una misma fe. V. ¡Cuán bueno y agradable es que los hermanos no tengan más que un corazón! R. Porque siempre tuvieron un mismo espíritu y una misma fe. [Lectio8] Mas como el fin no seguirá de inmediato a los males que sucederán primero, añade: Se levantará un pueblo contra pueblo, y un reino contra otro reino; y habrá grandes terremotos en varias partes, y pestilencias y hambres, y aparecerán en el cielo cosas espantosas y prodigios extraordinarios. La última tribulación irá precedida de muchas otras, y por las calamidades que se sucederán en gran número, se nos indican los males perpetuos que seguirán. Y por lo mismo, después de las guerras y sediciones no sigue ipso facto el fin, ya que antes deben seguirse aun muchos males, presagio del mal que no tendrá fin. [Responsory8] R. Vosotros, mis santos, que viviendo en la carne tuvisteis que luchar: * Recibiréis la recompensa que yo os daré por vuestro trabajo, V. Venid, benditos de mi Padre, poseed el reino. R. Recibiréis la recompensa que yo os daré por vuestro trabajo. &Gloria R. Recibiréis la recompensa que yo os daré por vuestro trabajo. [Lectio9] Tras anunciar tantas señales de la perturbación final, conviene que consideremos a cada una de ellas, ya que es necesario que padezcamos unas cosas del cielo, otras de la tierra, de los elementos y de los hombres. Dice nuestro Señor: Se levantará un pueblo contra otro; el trastorno proveniente de los hombres. “Habrá grandes terremotos en diferentes lugares”, la señal de la cólera divina que se manifestará en el cielo. “Vendrán pestes”: la desorganización en los cuerpos. “Vendrán hambres”: la esterilidad de la tierra. “Aparecerán señales espantosas y tempestades en el cielo”: la conmoción del aire. Como todas las cosas se han de acabar, todas sufren trastornos antes de su fin. Y porque en todas las cosas hemos faltado, por todas somos atormentados, a fin de cumplir lo escrito: Y pelearán por él todos los elementos contra los insensatos. &teDeum [Capitulum Laudes] !Sab 3:1-3 v. La vida de los justos está en manos de Dios y no los tocará el tormento. La gente insensata pensaba que morían; pero ellos están en paz. $Deo gratias [Hymnus Laudes] {:H-Rexgloriosemartyrum:}v. Rey glorioso de los mártires, del confesor recompensa, que das el reino del cielo a los que el mundo desprecian: _ Rogámoste que benigno a nuestras voces atiendas: triunfos sagrados cantamos, perdona nuestras ofensas. _ Tú vences entre los mártires gracia al confesor dispensas: venza tambien nuestras culpas de tu perdón la grandeza. _ Demos la gloria a Dios Padre, y al Hijo, Imagen perfecta, con el Espíritu Santo por edades sempiternas. Amén. [Versum 2] V. Que los fieles festejen su gloria. R. Y canten jubilosos en filas. [Ant 2] Hasta los cabellos de la cabeza * están todos contados. Por lo tanto, no tengáis miedo: no hay comparación entre vosotros y los gorriones. [Lectio Prima] !Sab 3:7-8 v. El día de la cuenta resplandecerán ellos como chispas que prenden por un cañaveral. Gobernarán naciones, someterán pueblos, y su Señor reinará eternamente. [Responsory Breve Tertia] R.br. Alegraos, justos, * Y gozad con el Señor. R. Alegraos, justos, * Y gozad con el Señor. V. Aclamadlo los de corazón sincero. R. Y gozad con el Señor. &Gloria R. Alegraos, justos, * Y gozad con el Señor. _ V. Que los justos se alegren en la presencia de Dios. R. Rebosando de alegría. [Capitulum Sexta] !Sab 10:17 v. Dios ha dado a los santos la recompensa de sus trabajos y les ha conducido por un camino maravilloso. Fue para ellos sombra durante el día, y luz de astros durante la noche. $Deo gratias. [Responsory Breve Sexta] R.br. Que los justos se alegren * En la presencia de Dios. R. Que los justos se alegren * En la presencia de Dios. V. Rebosando de alegría. R. En la presencia de Dios. &Gloria R. Que los justos se alegren * En la presencia de Dios. [Capitulum Nona] !Sab 3:7-8 v. El día de la cuenta resplandecerán ellos como chispas que prenden por un cañaveral. Gobernarán naciones, someterán pueblos, y su Señor reinará eternamente. $Deo gratias. [Responsory Breve Nona] R.br. Los justos * Viven eternamente. R. Los justos * Viven eternamente. V. Reciben de Dios su recompensa. R. Viven eternamente. &Gloria R. Los justos * Viven eternamente. [Ant Vespera 3] Estos son los santos * que entregaron sus cuerpos para dar testimonio de Dios, y lavaron sus vestidos en la sangre del Cordero.;;109 Los santos sometieron * reinos por la fe, ejercieron la justicia y se cumplieron en ellos las promesas.;;110 La juventud de los santos * se renueva como el águila; florecerán como el lirio en la ciudad del Señor.;;111 Dios enjugará * las lágrimas de los ojos de los santos, y ya no habrá muerte, ni llanto, ni pena, porque todo esto desapareció.;;112 La habitación * de los santos es el reino celestial, y su descanso será eterno.;;115 [Ant 3] Los santos se alegran * en el cielo: siguieron las huellas de Cristo, y porque le amaron hasta derramar su sangre, gozan con Él eternamente. [Lectio7 in 2 loco] Lectura del santo Evangelio según San Lucas !Lc 6:17-23 En aquel tiempo: Descendiendo Jesús del monte, se paró en un llano, juntamente con la compañía de sus discípulos y de una gran multitud de gentío de toda Judea, y de Jerusalén, y del país marítimo de Tiro y de Sidón. Y lo que sigue. _ Homilía de San Ambrosio, Obispo. !Libro 5 sobre San Lucas, cap. 6, después del principio. Advierte diligentemente, de qué modo el Señor sube con los Apóstoles y desciende hacia las multitudes. ¿Cómo sino en un lugar humilde el pueblo podría ver a Cristo? No le sigue a lo más elevado, no sube a las cumbres. Al descender halla enfermos que no pueden permanecer en las alturas; de ahí que San Mateo nos diga que en los lugares poco elevados fueron curados los enfermos. Es preciso, que cada uno de ellos sea curado, a fin de que, poco a poco, y a medida que recobre las fuerzas, pueda subir al monte. Nuestro Señor los cura a todos en un lugar muy bajo, es decir, los aparta del abismo de las pasiones y remedia su ceguera. Baja hasta nuestras heridas para que acercándosenos y enriqueciéndonos con su naturaleza, nos haga partícipes del reino celestial. [Lectio8 in 2 loco] “Bienaventurados los pobres, porque de ellos es el reino de Dios”. S. Lucas señala sólo cuatro bienaventuranzas evangélicas; mas S. Mateo, ocho. En estas ocho están aquellas cuatro, y en aquellas cuatro están estas ocho. S. Lucas lo refirió todo a las cuatro virtudes cardinales; S. Mateo, con las ocho, nos revela un número místico. Muchos salmos tienen por título “para la Octava”, y nos ha sido ordenado que participemos de estas ocho bendiciones. Así como la Octava, o el número ocho, expresa el cumplimiento de nuestra esperanza, así también expresa plenitud de las virtudes. [Responsory8 in 2 loco] R. Esta es la verdadera hermandad, que con ningún combate pudo deshacerse: derramada la sangre siguieron al Señor: * Despreciando los palacios reales, llegaron a los reinos celestiales. V. ¡Cuán bueno y agradable es que los hermanos no tengan más que un corazón! R. Despreciando los palacios reales, llegaron a los reinos celestiales. &Gloria R. Despreciando los palacios reales, llegaron a los reinos celestiales. [Lectio9 in 2 loco] Pero antes veamos lo que es más importante: “Bienaventurados, dice, los pobres, porque de ellos es el reino de los cielos”. Ambos evangelistas han puesto esta bienaventuranza como la primera. Y a la verdad es la primera en el orden, y como el origen y madre de las virtudes; ya que quien despreciare el siglo, éste merecerá lo eterno, y nadie podrá merecer el reino celestial si, permaneciendo cautivo de las concupiscencias mundanas, no tiene valor para librarse de ellas. &teDeum