[Officium] C. mártir y obispo [Missa] Statuit [Ant Vespera] Al que me reconozca * delante de los hombres, yo también lo reconoceré delante de mi Padre, que está en los cielos. El que me sigue * no anda en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida. El que me sirve, * que me siga, y donde Yo estoy allí estará también mi servidor. Al que me sirva, * mi Padre, que está en los cielos, lo honrará, dice el Señor. Padre, el que me sirve, * quiero que esté donde Yo estoy. [Hymnus Vespera] {:H-Deustuorummilitum:}v. Dios, de tus fieles soldados herencia, premio, corona, absuelve a los que celebran de un Mártir santo las glorias. _ Vanos placeres del mundo, gozos, halagos, lisonjas, como viles despreciando, bienes celestiales logra. _ Combates, penas, tormentos, varonilmente soporta; por ti vertiendo su sangre tus dones eternos goza. _ Por su intercesion tus siervos, ¡oh Dios! tu clemencia imploran: honrando el triunfo del Mártir, nuestros pecados perdona. _ * Demos al Padre y al Hijo perenne alabanza y gloria, y juntamente al Paráclito, por eternidad dichosa. Amén. [Versum 1] V. Lo coronaste, Señor, de gloria y dignidad. R. Y le constituiste sobre las obras de tus manos. [Ant 1] Este santo * ha combatido por la ley de Dios hasta la muerte, y no ha temido las amenazas de los enemigos, porque se apoyaba sobre roca firme. [Oratio] Dios todopoderoso, mira nuestra debilidad, y, pues nos agobia el peso de tantos pecados, que la intercesión gloriosa de San N., mártir y obispo, nos ayude y nos proteja. $Per Dominum [Invit] Al Señor, Rey de los mártires, * Venid, adorémosle. [Ant Matutinum] En la ley del Señor * tuvo puesta su voluntad día y noche.;;1 Anunciando * los preceptos del Señor, fue admitido en su monte santo.;;2 Con mi voz * clamé al Señor; y me atendió desde su monte santo.;;3 Hijos de los hombres, * sabed que el Señor ha hecho admirable a su santo.;;4 Señor, como un escudo * le rodeaste con tu amor.;;5 En toda la tierra * le coronaste de gloria y honor.;;8 El Señor es justo, * y ama la justicia; tiene ante sus ojos la equidad.;;10 Morará * en vuestro celestial tabernáculo; descansará en vuestro monte santo.;;14 Pusiste, Señor, * sobre su frente una corona de piedras preciosas.;;20 [Nocturn 2 Versum] V. Has puesto, Señor, en su cabeza. R. Una corona de oro fino. [Nocturn 3 Versum] V. Tu victoria ha engrandecido su fama. R. Lo has vestido de honor y majestad. [Lectio1] De los Hechos de los Apóstoles !Act 20:17-24 17 Desde Mileto mandó a Efeso a llamar a los presbíteros de la iglesia. 18 Cuando llegaron a él, les dijo: Vosotros sabéis bien cómo me conduje con vosotros todo el tiempo desde que llegué a Asia, 19 sirviendo al Señor con toda humildad, con lágrimas y en tentaciones que me venían de las asechanzas de los judíos; 20 cómo no omití nada de cuanto os fuera de provecho, predicándoos y enseñándoos en público y en privado, 21 dando testimonio a judíos y a griegos sobre la conversión a Dios y la fe en nuestro Señor Jesús. 22 Ahora, encadenado por el Espíritu, voy hacia Jerusalén, sin saber lo que allí me sucederá, 23 sino que en todas las ciudades el Espíritu Santo me advierte, diciendo que me esperan cadenas y tribulaciones. 24 Pero yo no hago ninguna estima de mi vida, con tal de acabar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, de anunciar el evangelio de la gracia de Dios. [Responsory1] R. Este Santo combatió hasta la muerte en favor de la ley de su Dios, y no tuvo miedo a las palabras de los impíos; * Ya que estaba fundado sobre la piedra firme, V. Él despreció la vida del mundo, y por ello llegó a los reinos celestiales. R. Ya que estaba fundado sobre la piedra firme. [Lectio2] !Act 20:25-31 25 Sé que no veréis más mi rostro, vosotros todos por quienes he pasado predicando el reino de Dios; 26 por lo cual en este día os testifico que estoy limpio de la sangre de todos, 27 pues os he anunciado plenamente el consejo de Dios. 28 Mirad por vosotros y por todo el rebaño, sobre el cual el Espíritu Santo os ha constituido obispos, para apacentar la Iglesia de Dios, que Él adquirió con su sangre. 29 Yo sé que después de mi partida vendrán a vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño, 30 y que de entre vosotros mismos se levantarán hombres que enseñen doctrinas perversas para arrastrar a los discípulos en su seguimiento. 31 Velad, pues, acordándoos de que por tres años, noche y día, no cesé de exhortaros a cada uno con lágrimas. [Responsory2] R. El justo crecerá como el lirio; * Y florecerá ante el Señor. V. Plantado en la casa del Señor, en los atrios de la casa de nuestro Dios. R. Y florecerá ante el Señor. [Lectio3] !Act 20:32-38 32 Yo os encomiendo al Señor y a la palabra de su gracia; al que puede edificar y dar la herencia a todos los que han sido santificados. 33 No he codiciado plata, oro o vestidos de nadie. 34 Vosotros sabéis que a mis necesidades y a las de los que me acompañan han suministrado estas manos. 35 En todo os he dado ejemplo, mostrándoos cómo, trabajando así, socorráis a los necesitados, recordando las palabras del Señor Jesús, que Él mismo dijo: Mejor es dar que recibir. 36 En diciendo esto, se puso de rodillas con todos y oró; 37 y se levantó un gran llanto de todos, que, echándose al cuello de Pablo, le besaban, 38 afligidos sobre todo por lo que les había dicho de que no volverían a ver su rostro. Y le acompañaron hasta la nave. [Responsory3] R. Éste conoció la justicia, y vio grandes maravillas, y rogó al Altísimo; * Y fue contado en el número de los Santos. V. Éste fue el que despreció la vida del siglo, y llegó al reino celestial. R. Y fue contado en el número de los Santos. &Gloria R. Y fue contado en el número de los Santos. [Lectio4] Sermón de San Agustín, Obispo. !Sermón 44 de Santos. Celebrando hoy el aniversario del triunfo del bienaventurado Mártir N., la Iglesia se llena de alegría por su glorificación, y nos propone, al mismo tiempo, que sigamos sus huellas. Porque “si con él padecemos, también con él seremos glorificados”. En el glorioso combate que sostuvo por la fe, debemos considerar principalmente dos cosas, a saber: la pérfida crueldad de los verdugos, y la invencible paciencia del Mártir. La crueldad de los verdugos para detestarla; la paciencia del Mártir para imitarla. Escuchad al Salmista reprendiendo la malicia de los perseguidores: No envidies a los malvados, porque como el heno así presto desaparecerán. Para convencernos de la necesidad de la paciencia para sufrir a los malvados, oigamos el consejo del Apóstol: Os es necesaria la paciencia, a fin de que consigáis las promesas. [Responsory4] R. El Señor le honró y le guardó de sus enemigos, y le defendió de los que pretendían seducirle: * Y le dio una gloria eterna, V. Descendió con él en lo profundo, y en medio de las cadenas no le abandonó. R. Y le dio una gloria eterna. [Lectio5] Ha sido, pues, coronada la paciencia del Mártir; y la malicia desmesurada del verdugo ha sido condenada a los suplicios eternos. Teniendo esto presente en su combate, el glorioso atleta de Cristo no temió la cárcel. Para imitar al que es su cabeza, sufrió los desprecios, soportó las burlas, no temió los azotes, y cuantos suplicios sufrió por Cristo antes de morir, otros tantos sacrificios ofreció de sí mismo. Lo que había bebido en los escritos del Apóstol, lo conservaba en lo más profundo de su alma, a saber: Que los sufrimientos de la vida presente no son de comparar con aquella gloria venidera, que se ha de manifestar en nosotros; y también: Que las aflicciones tan breves y ligeras de la vida presente, producen en nosotros un peso eterno de gloria en el cielo. Elevado sobre lo terreno mediante el amor de esta promesa, y afectado inefablemente por la pregustada dulzura de la suavidad celestial, decía con el Salmista: ¿Qué tengo yo sin Vos en el cielo? y ¿qué he de desear fuera de Vos sobre la tierra? Mi carne y mi corazón se consumen; ¡Dios de mi corazón, Dios mío, mí herencia eterna! [Responsory5] R. Le concediste, Señor, la realización de sus deseos, * Y no defraudaste sus esperanzas, V. Porque le preveniste con amorosas bendiciones; pusiste en su cabeza una corona de piedras preciosas. R. Y no defraudaste sus esperanzas. [Lectio6] Contemplaba “en enigmas”, en la medida en que la flaqueza humana puede contemplar lo eterno, cuán grandes sean los goces de la patria bienaventurada, y no pudiendo expresarlo clamaba admirado: “¿Qué tengo para mí en el cielo?” Como si dijera: Es superior a mis fuerzas, excede al poder de mi elocuencia y a la capacidad de mi inteligencia el expresar o comprender aquella belleza, aquella gloria, aquella excelsitud de que gozaremos, cuando lejos del mundanal ruido, nuestro Señor Jesucristo, en lo más íntimo de su compañía, “reformará nuestro humilde cuerpo y le hará conforme a su cuerpo glorioso”. Al contemplar esta perfecta libertad, el santo Mártir no huía de peligro alguno, no le amedrentaba suplicio alguno; y si mil veces hubiera podido morir, no se habría tenido aún por merecedor de bienes semejantes. [Responsory6] R. El Señor le revistió con un ropaje de alegría; * Y puso sobre su cabeza una corona de hermosura. V. El Señor le alimentó con el pan de la vida y de la inteligencia; y le sació con agua de sabiduría saludable. R. Y puso sobre su cabeza una corona de hermosura. &Gloria R. Y puso sobre su cabeza una corona de hermosura. [Lectio7] Lectura del santo Evangelio según San Lucas !Lc 14:26-33 En aquel tiempo: Dijo Jesús a las multitudes: Si alguno de los que me siguen no aborrece a su padre, y a su madre, y a la mujer, y a los hijos, y a los hermanos y hermanas, y aun a su vida misma, no puede ser mi discípulo. Y lo que sigue. _ Homilía de San Gregorio, Papa. !Homilía 37 sobre los Evangelios Si consideramos, hermanos, los bienes excelsos que se nos prometen en el cielo, nos parecerán despreciables los que hay en la tierra. A la verdad, los bienes de la tierra comparados con la felicidad soberana, son carga, no alivio. La vida temporal, comparada con la eterna, más bien debe llamarse muerte que vida. El mismo cotidiano defecto de la corrupción, ¿qué otra cosa es sino cierta muerte prolija? Mas ¿qué lengua podrá expresar, o qué entendimiento comprender, la magnitud de los goces de aquella soberana ciudad: formar parte de los coros angélicos, asistir con los espíritus bienaventurados a la gloria del Creador, contemplar el rostro de Dios, ver la luz incircunscrita, carecer de todo temor de la muerte, y gozar del don de la vida perpetua? [Responsory7] R. Una corona de oro puesta sobre su frente, * Es la expresión de su santidad, gloria, honor y fortaleza, V. Porque le preveniste con amorosas bendiciones, pusiste sobre su frente una corona de piedras preciosas. R. Es la expresión de su santidad, gloria, honor y fortaleza. [Lectio8] Oyendo estas cosas, el alma se inflama, y desea hallarse ya donde espera gozar sin fin. Mas, a estos grandes premios no se puede llegar sino mediante grandes trabajos. Por lo cual Pablo, excelente predicador, dice: No será coronado sino el que peleare legítimamente. Gócese, de consiguiente, la mente con la grandeza de los premios, pero no rehúya la dificultad de los combates. Por lo cual, la Verdad dice a los que quieren seguirle: Si alguno de los que me siguen no aborrece a su padre, y a su madre, y a la mujer, y a los hijos, y a los hermanos y hermanas, y aun a su vida misma, no puede ser mi discípulo. [Responsory8 non Effusorum] R. Señor, Tú le preveniste con amorosas bendiciones. * Pusiste sobre su frente una corona de piedras preciosas, V. Te pidió la vida, y le concediste longura de días por los siglos de los siglos. R. Pusiste sobre su frente una corona de piedras preciosas. &Gloria R. Pusiste sobre su frente una corona de piedras preciosas. [Responsory8] R. Este es en verdad Mártir, ya que derramó su sangre por el nombre de Cristo: * No tuvo temor a las amenazas de los jueces, no buscó la gloria de la terrena dignidad, y por esto llegó al reino celestial, V. El Señor condujo al justo por caminos rectos, y le mostró el reino de Dios. R. No tuvo temor a las amenazas de los jueces, no buscó la gloria de la terrena dignidad, y por esto llegó al reino celestial. &Gloria R. No tuvo temor a las amenazas de los jueces, no buscó la gloria de la terrena dignidad, y por esto llegó al reino celestial. [Lectio9] Pregunto: ¿cómo es que se nos ordena aborrecer a los padres y parientes, y se nos manda amar a los enemigos? Y si, la Verdad dice con relación a la esposa: Lo que Dios unió, el hombre no lo separe. Y Pablo dice: Varones, amad a vuestras esposas como Cristo a la Iglesia. He aquí que el discípulo enseña la obligación de amar a la esposa, siendo así que dice el Maestro: Quien no aborrece a la esposa, no puede ser mi discípulo. ¿Acaso el juez anuncia una cosa, y el pregonero publica otra diferente? ¿Acaso podemos a un mismo tiempo amar y aborrecer? Pero, si pesamos bien el precepto, mediante la discreción podemos practicar ambas cosas, de suerte que amemos a la esposa y a cuantos están unidos con nosotros mediante el parentesco y a nuestros prójimos; y a los que nos impidan amar a Dios, los aborrezcamos y huyamos de ellos. &teDeum [Capitulum Laudes] !St 1:12 v. Dichoso el hombre que soporta la prueba, porque, una vez aquilatado, recibirá la corona de la vida, que Dios ha prometido a los que le aman. $Deo gratias [Hymnus Laudes] {:H-Invictemartyrunicum:}v. Invicto mártir que al Hijo del Padre siguienμo, triunfas del enemigo, y celestes premios vencedor disfrutas: _ Alcánzanos con tus ruegos el perdón de nuestras culpas; del mal aparta el contagio, de la vida las angustias. _ Ya de tu sagrado cuerpo rotas son las ligaduras: desátense con la gracia las que a este siglo nos juntan. _ * Gloria al Padre, gloria al Hijo, imagen perfecta y única; gloria al Espíritu Santo por siglos que siempre duran. Amén. [Versum 2] V. El justo crecerá como una palmera. R. Y se alzará como un cedro del Líbano. [Ant 2] Quien ama su vida, * la pierde; y quien la odia en este mundo, la conservará para la vida eterna. [Lectio Prima] !Sir 39:6 v. El justo hace propósito de madrugar, para buscar al Señor que lo creó, y reza en presencia del Altísimo. [Responsory Breve Tertia] R.br. De gloria y dignidad * Lo coronaste, Señor. R. De gloria y dignidad * Lo coronaste, Señor. V. Y le constituiste sobre las obras de tus manos. R. Lo coronaste, Señor. &Gloria R. De gloria y dignidad * Lo coronaste, Señor. [Capitulum Sexta] !Sir 15:3 v. El Señor, nuestro Dios, le alimenta con el pan de la prudencia, le da a beber el agua de la inteligencia. $Deo gratias [Responsory Breve Sexta] R.br. Has puesto, Señor, * En su cabeza. R. Has puesto, Señor, * En su cabeza. V. Una corona de oro fino. R. En su cabeza. &Gloria R. Has puesto, Señor, * En su cabeza. [Responsory Breve Nona] R.br. Ha engrandecido su fama * Tu victoria. R. Ha engrandecido su fama * Tu victoria. V. Lo has vestido de honor y majestad. R. Tu victoria. &Gloria R. Ha engrandecido su fama * Tu victoria. [Ant 3] El que quiera seguirme, * que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz y se venga conmigo. [Lectio7 in 2 loco] Lectura del santo Evangelio según San Mateo !Mt 16:24-27 En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, cargue con su cruz, y sígame. Y lo que sigue. _ Homilía de San Gregorio, Papa. !Homilía 32 sobre el Evangelio. Porque nuestro Señor y Redentor vino al mundo como nuevo hombre, dio al mundo nuevos preceptos, pues a nuestra antigua vida, alimentada por los vicios, impuso el deber de transformarse en una vida nueva. ¿qué pretendía el hombre viejo y carnal, sino retener lo suyo, arrebatando lo ajeno cuando le era posible, y deseándolo, si no podía? Mas el médico celeste dio remedios adecuados a cada uno de los vicios. Pues así como en el arte de la medicina, lo caliente se cura con lo frío y lo frío con lo caliente, así nuestro Señor opuso medicinas contrarias a los pecados, enseñando a los deshonestos continencia, generosidad a los avaros, mansedumbre a los iracundos, y humildad a los soberbios. [Lectio8 in 2 loco] Es verdad que al proponer nuevos mandamientos a los que le seguían, dijo: Si alguno no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. Como si dijera: Los que siguiendo la vida antigua deseabais lo ajeno, si deseáis una vida nueva, dad de lo vuestro. Oigamos ahora lo que enseña: “El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo”. Antes se nos ha dicho que renunciemos a nuestras cosas, ahora nos amonesta a que renunciemos a nosotros mismos. Algunas veces no es muy difícil que el hombre renuncie a lo que tiene, pero ciertamente lo es mucho dejarse a sí mismo. Es cosa pequeña sacrificar lo que tenemos, pero es cosa muy grande sacrificar lo que somos. [Lectio9 in 2 loco] El Señor ordenó a los que le seguían que renunciasen a todas las cosas, y esto porque cuantos nos preparamos para el combate de la fe, emprendemos una lucha contra los espíritus malignos. Ahora bien, éstos nada poseen de propio en este mundo; es preciso, pues, que luchemos desnudos con los que están desnudos. Pues si uno que está vestido pelea con otro que nada viste, será echado por tierra, ya que tiene de qué poderle asir. Y a la verdad, ¿qué son todas las cosas terrenas, sino como una especie de vestidos? De consiguiente, el que va a emprender una lucha contra el diablo, arroje de sí los vestidos para que no sucumba. &teDeum [Lectio7 in 4 loco] Lectura del santo Evangelio según San Mateo !Mt 10:26-32 En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: Nada está encubierto que no se haya de descubrir, ni oculto que no se haya de saber. Y lo que sigue. _ Homilía de San Hilario, Obispo. !Comentario sobre San Mateo, can. 10 El Señor nos propone el día del juicio, en el cual manifestará los secretos de nuestra conciencia, y hará patentes aquellas cosas desconocidas. Y por esto enseña que no deben ser temidas las amenazas, ni los designios, ni la potestad de los perseguidores, porque en el día del juicio nos revelará que todas estas cosas serán de ningún valor y precio. “Y lo que os digo de noche, decidlo a la luz del día; y lo que os digo al oído, predicadlo desde los tejados”. No leemos que el Señor acostumbrara predicar durante las noches, ni que enseñara su doctrina en la oscuridad. Pero esto se entiende, en cuanto todas sus palabras son tinieblas para las personas carnales, y como noche para los infieles. [Lectio8 in 4 loco] Quiere que lo dicho por Él se publique con la libertad que reclaman nuestras creencias y nuestra profesión de fe. Por lo mismo, lo que ha predicado en la oscuridad, manda que sea enseñado a la luz del día, a fin de que lo dicho en secreto, sea oído sobre los tejados, es decir, publicado en voz alta por los predicadores. El conocimiento de Dios ha de ser inculcado, y el profundo secreto de la doctrina evangélica ha de ser manifestado por la luz de la predicación apostólica, sin temor a aquellos que, teniendo poder para atormentar los cuerpos, no tienen ninguno sobre las almas, sino temiendo más bien a Dios, el cual tiene potestad para arrojar al infierno el cuerpo y el alma. [Lectio9 in 4 loco] “No temáis a los que matan el cuerpo”. No hay que temer ningún peligro para nuestro cuerpo, y no debemos dar importancia al dolor de una carne destinada a perecer, ya que el hombre, una vez libre de la condición de su naturaleza y de su origen, debe resucitar conforme la sustancia de su alma espiritual. Y porque los confirmados en esta fe es necesario que tengan el valor de confesar a Dios, añadió Jesucristo que seríamos negados por Él en el cielo delante del Padre, si le negásemos delante de los hombres; pero que al que le reconociere delante de los hombres, Él le reconocería en el cielo. Según el testimonio que hayamos dado de Él delante de los hombres, Él lo dará de nosotros delante de Dios Padre. &teDeum [Introitus] !Sir 45:30 v. El Señor celebró con él un pacto de paz y le constituyó príncipe para que tenga la dignidad sacerdotal por todos los siglos. (Alléluia, alléluia.) !Ps 131:1 v. Acuérdate, Señor, de David y de su gran mansedumbre. &Gloria v. El Señor celebró con él un pacto de paz y le constituyó príncipe para que tenga la dignidad sacerdotal por todos los siglos. (Alléluia, alléluia.) [Graduale] !Ps 88:21-23 He hallado a David, mi siervo, lo he ungido con mi oleo santo, mi mano le protegerá y le fortalecerá mi brazo. V. No le podrá sorprender el enemigo, ni el hombre perverso le podrá oprimir. Aleluya, aleluya. !Ps 109:4 v. El Señor lo ha jurado y no le pesará: Tu eres sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec. Aleluya, aleluya [Offertorium] !Ps 88:25 Mi lealtad y mi gracia son con el justo; y en mi nombre se hará grande su poderío. (Alleluia.) [Postcommunio] Fortalecidos con la participación de los dones sagrados, te suplicamos, Señor Dios nuestro, nos hagas sentir el efecto de la intercesión de tu santo obispo y martir N., cuyo culto celebramos. $Per Dominum