S. Andreæ Avellini Confessoris ~ Duplex
Scriptura: Sabbato infra Hebdomadam IV post Epiphaniam I. Novembris

Divinum Officium Tridentine - 1906

11-10-2018

Ad Matutinum

Ante Divinum officium
Incipit
secreto
Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen tuum: advéniat regnum tuum: fiat volúntas tua, sicut in cælo et in terra. Panem nostrum quotidiánum da nobis hódie: et dimítte nobis débita nostra, sicut et nos dimíttimus debitóribus nostris: et ne nos indúcas in tentatiónem: sed líbera nos a malo. Amen.
Ave María, grátia plena; Dóminus tecum: benedícta tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui Jesus. Sancta María, Mater Dei, ora pro nobis peccatóribus, nunc et in hora mortis nostræ. Amen.
Credo in Deum, Patrem omnipoténtem, Creatórem cæli et terræ. Et in Jesum Christum, Fílium ejus únicum, Dóminum nostrum: qui concéptus est de Spíritu Sancto, natus ex María Vírgine,
passus sub Póntio Piláto, crucifíxus, mórtuus, et sepúltus: descéndit ad ínferos; tértia die resurréxit a mórtuis; ascéndit ad cælos; sedet ad déxteram Dei Patris omnipoténtis: inde ventúrus est judicáre vivos et mórtuos. Credo in Spíritum Sanctum, sanctam Ecclésiam cathólicam,
Sanctórum communiónem, remissiónem peccatórum, carnis resurrectiónem, vitam ætérnam. Amen.

Deinde, clara voce, dicitur Versus:
℣. Dómine, lábia +︎ mea apéries.
℟. Et os meum annuntiábit laudem tuam.
℣. Deus in adjutórium meum inténde.
℟. Dómine, ad adjuvándum me festína.
Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Allelúja.
Rito de entrada
silenciosamente
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy; perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Amén.
Ave, María, llena de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor: que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado: descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Después, con voz audible, se dice el Versículo:
℣. Señor, ábreme +︎ los labios.
℟. Y mi boca proclamará tu alabanza.
℣. Dios mío, ven en mi auxilio.
℟. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Invitatorium {Antiphona ex Commune aut Festo}
Ant. Regem Confessórum Dóminum, * Veníte, adorémus.
Ant. Regem Confessórum Dóminum, * Veníte, adorémus.
Veníte, exsultémus Dómino, jubilémus Deo, salutári nostro: præoccupémus fáciem ejus in confessióne, et in psalmis jubilémus ei.
Ant. Regem Confessórum Dóminum, * Veníte, adorémus.
Quóniam Deus magnus Dóminus, et Rex magnus super omnes deos, quóniam non repéllet Dóminus plebem suam: quia in manu ejus sunt omnes fines terræ, et altitúdines móntium ipse cónspicit.
Ant. Veníte, adorémus.
Quóniam ipsíus est mare, et ipse fecit illud, et áridam fundavérunt manus ejus (genuflectitur) veníte, adorémus, et procidámus ante Deum: plorémus coram Dómino, qui fecit nos, quia ipse est Dóminus, Deus noster; nos autem pópulus ejus, et oves páscuæ ejus.
Ant. Regem Confessórum Dóminum, * Veníte, adorémus.
Hódie, si vocem ejus audiéritis, nolíte obduráre corda vestra, sicut in exacerbatióne secúndum diem tentatiónis in desérto: ubi tentavérunt me patres vestri, probavérunt et vidérunt ópera mea.
Ant. Veníte, adorémus.
Quadragínta annis próximus fui generatióni huic, et dixi; Semper hi errant corde, ipsi vero non cognovérunt vias meas: quibus jurávi in ira mea; Si introíbunt in réquiem meam.
Ant. Regem Confessórum Dóminum, * Veníte, adorémus.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Ant. Veníte, adorémus.
Ant. Regem Confessórum Dóminum, * Veníte, adorémus.
Invitatorio {Antífona del Común o de la Fiesta}
Ant. Al Señor, Rey de los confesores, * Venid, adorémosle.
Ant. Al Señor, Rey de los confesores, * Venid, adorémosle.
Venid, regocijémonos en el Señor; cantemos con júbilo las alabanzas de Dios, Salvador nuestro. Corramos a presentarnos ante su acatamiento, dándole gracias, y entonándole himnos con júbilo.
Ant. Al Señor, Rey de los confesores, * Venid, adorémosle.
Porque el Señor es el Dios grande, y un rey más grande que todos los dioses. Porque en su mano tiene toda la extensión de la tierra, y suyos son los más encumbrados montes.
Ant. Venid, adorémosle.
Suyo es el mar, y obra es de sus manos: y hechura de sus manos es la tierra. (de rodillas) Venid, pues, adorémosle, postrémonos: derramando lágrimas en la presencia del Señor que nos ha creado: Pues Él es el Señor Dios nuestro: y nosotros el pueblo a quien Él apacienta, y ovejas de su grey.
Ant. Al Señor, Rey de los confesores, * Venid, adorémosle.
Hoy mismo, si oyereis su voz, guardaos de endurecer vuestros corazones, Como sucedió, dice el Señor, cuando provocaron mi ira, poniéndome a prueba en el desierto, en donde vuestros padres me tentaron, me probaron, y vieron mis obras.
Ant. Venid, adorémosle.
Por espacio de cuarenta años estuve irritado contra esta generación, y dije: Siempre está descarriado el corazón de este pueblo. Ellos no conocieron mis caminos; por lo que juré airado que no entrarían en mi reposo.
Ant. Al Señor, Rey de los confesores, * Venid, adorémosle.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid, adorémosle.
Ant. Al Señor, Rey de los confesores, * Venid, adorémosle.
Hymnus {ex Commune aut Festo}
Iste Conféssor Dómini, coléntes
Quem pie laudant pópuli per orbem,
Hac die lætus méruit beátas
Scándere sedes.

Qui pius, prudens, húmilis, pudícus,
Sóbriam duxit sine labe vitam,
Donec humános animávit auræ
Spíritus artus.

Cujus ob præstans méritum, frequénter,
Ægra quæ passim jacuére membra,
Víribus morbi dómitis, salúti
Restituúntur.

Noster hinc illi chorus obsequéntem
Cóncinit laudem celebrésque palmas,
Ut piis ejus précibus juvémur
Omne per ævum.

Sit salus illi, decus atque virtus,
Qui, super cæli sólio corúscans,
Tótius mundi sériem gubérnat,
Trinus et unus.
Amen.
Himno {del Común o de la Fiesta}
Este glorioso confesor de Cristo,
Á quien alaba el pueblo con voz pía,
Plácido hoy día conseguir merece
Trono de gloria.

Pío, discreto, humilde, candoroso,
Rico dechado de virtud cristiana,
Mientras su humana contextura anima
Vital aliento.

Signos patentes de virtud preclara
Tantos prodigios en su nombre obrados:
Del mal postrados los que enfermos yacen,
Vida recobran.

Digno tributo de alabanza el coro
Rinde a su triunfo y merecida palma,
Para que el alma con su ruego alcance
Dones eternos.

Honra perpetua, gloria y alabanza
Al que sentado en solio deslumbrante
Rige constante el universo entero,
Dios trino y uno.
Amén.
Psalmi cum lectionibus {Antiphonæ et Psalmi ex Commune aut Festo}
Nocturn I.
Ant. Beátus vir, * qui in lege Dómini meditatur: volúntas ejus pérmanet die ac nocte, et ómnia quæcúmque fáciet, semper prosperabúntur.
Psalmus 1 [1]
1:1 Beátus vir, qui non ábiit in consílio impiórum, et in via peccatórum non stetit, * et in cáthedra pestiléntiæ non sedit:
1:2 Sed in lege Dómini volúntas ejus, * et in lege ejus meditábitur die ac nocte.
1:3 Et erit tamquam lignum, quod plantátum est secus decúrsus aquárum, * quod fructum suum dabit in témpore suo:
1:3 Et fólium ejus non défluet: * et ómnia quæcúmque fáciet, prosperabúntur.
1:4 Non sic ímpii, non sic: * sed tamquam pulvis, quem proícit ventus a fácie terræ.
1:5 Ídeo non resúrgent ímpii in judício: * neque peccatóres in concílio justórum.
1:6 Quóniam novit Dóminus viam justórum: * et iter impiórum períbit.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Ant. Beátus vir, qui in lege Dómini meditatur: volúntas ejus pérmanet die ac nocte, et ómnia quæcúmque fáciet, semper prosperabúntur.
Salmos con lecturas {Antífonas y salmos del Común o de la Fiesta}
Nocturn I.
Ant. Dichoso aquel varón, * que medita en la ley del Señor; su voluntad es fiel constantemente, y todas sus obras siempre prosperarán.
Salmo 1 [1]
1:1 Dichoso aquel varón que no se deja llevar de los consejos de los malos, ni se detiene en el camino de los pecadores, * ni se asienta en la cátedra pestilente de los libertinos;
1:2 Sino que tiene puesta toda su voluntad en la ley del Señor, * y está meditando en ella día y noche.
1:3 Él será como el árbol plantado junto a las corrientes de las aguas, * el cual dará su fruto en el debido tiempo,
1:3 Y cuya hoja no caerá nunca; * y cuanto él hiciere tendrá próspero efecto.
1:4 No así los impíos, no así; * sino que serán como el tamo o polvo que el viento arroja de la superficie de la tierra.
1:5 Por tanto, no prevalecerán los impíos en el juicio; * ni los pecadores estarán en la asamblea de los justos.
1:6 Porque conoce el Señor y premia el proceder de los justos; * mas la senda de los impíos terminará en la perdición.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dichoso aquel varón, que medita en la ley del Señor; su voluntad es fiel constantemente, y todas sus obras siempre prosperarán.
Ant. Beátus iste Sanctus, * qui confísus est in Dómino, prædicávit præcéptum Dómini, constitútus est in monte sancto ejus.
Psalmus 2 [2]
2:1 Quare fremuérunt gentes: * et pópuli meditáti sunt inánia?
2:2 Astitérunt reges terræ, et príncipes convenérunt in unum * advérsus Dóminum, et advérsus Christum ejus.
2:3 Dirumpámus víncula eórum: * et proiciámus a nobis jugum ipsórum.
2:4 Qui hábitat in cælis, irridébit eos: * et Dóminus subsannábit eos.
2:5 Tunc loquétur ad eos in ira sua, * et in furóre suo conturbábit eos.
2:6 Ego autem constitútus sum Rex ab eo super Sion montem sanctum ejus, * prǽdicans præcéptum ejus.
2:7 Dóminus dixit ad me: * Fílius meus es tu, ego hódie génui te.
2:8 Póstula a me, et dabo tibi gentes hereditátem tuam, * et possessiónem tuam términos terræ.
2:9 Reges eos in virga férrea, * et tamquam vas fíguli confrínges eos.
2:10 Et nunc, reges, intellégite: * erudímini, qui judicátis terram.
2:11 Servíte Dómino in timóre: * et exsultáte ei cum tremóre.
2:12 Apprehéndite disciplínam, nequándo irascátur Dóminus, * et pereátis de via justa.
2:13 Cum exárserit in brevi ira ejus: * beáti omnes qui confídunt in eo.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Ant. Beátus iste Sanctus, qui confísus est in Dómino, prædicávit præcéptum Dómini, constitútus est in monte sancto ejus.
Ant. Dichoso este Santo, * que ha confiado en el Señor, publicó sus preceptos, y fue constituido en su santo monte.
Salmo 2 [2]
2:1 ¿Por qué causa se han embravecido tanto las naciones, * y los pueblos maquinan vanos proyectos?
2:2 Se han coligado los reyes de la tierra; y se han confederado los príncipes * contra el Señor, y contra su Cristo.
2:3 Rompamos, dijeron, sus ataduras, * y sacudamos lejos de nosotros su yugo.
2:4 Mas aquel que reside en los cielos se burlará de ellos; * se mofará de ellos el Señor.
2:5 Entonces les hablará Él en su indignación * y los llenará de terror con su saña.
2:6 Mas yo he sido por Él constituido rey sobre Sion, su santo monte, * para predicar su ley.
2:7 A mí me dijo el Señor: * Tú eres mi Hijo; Yo te engendré hoy.
2:8 Pídeme, y te daré las naciones en herencia tuya, * y extenderé tu dominio hasta los extremos de la tierra.
2:9 Los regirás con cetro de hierro; * y si te resisten, los desmenuzarás como un vaso de barro.
2:10 Ahora pues, ¡oh reyes!, entendedlo: * Sed instruidos vosotros los que juzgáis la tierra.
2:11 Servid al Señor con temor, * y regocijaos en Él, poseídos siempre de un temblor santo.
2:12 Abrazad la buena doctrina; no sea que al fin se irrite el Señor, * y perezcáis descarriados de la senda de la justicia.
2:13 Porque cuando de aquí a poco se inflamare su ira, * bienaventurados todos aquellos que ponen en Él su confianza.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dichoso este Santo, que ha confiado en el Señor, publicó sus preceptos, y fue constituido en su santo monte.
Ant. Tu es glória mea, * tu es suscéptor meus, Dómine: tu exáltans caput meum, et exaudísti me de monte sancto tuo.
Psalmus 3 [3]
3:2 Dómine, quid multiplicáti sunt qui tríbulant me? * multi insúrgunt advérsum me.
3:3 Multi dicunt ánimæ meæ: * Non est salus ipsi in Deo ejus.
3:4 Tu autem, Dómine, suscéptor meus es, * glória mea, et exáltans caput meum.
3:5 Voce mea ad Dóminum clamávi: * et exaudívit me de monte sancto suo.
3:6 Ego dormívi, et soporátus sum: * et exsurréxi, quia Dóminus suscépit me.
3:7 Non timébo míllia pópuli circumdántis me: * exsúrge, Dómine, salvum me fac, Deus meus.
3:8 Quóniam tu percussísti omnes adversántes mihi sine causa: * dentes peccatórum contrivísti.
3:9 Dómini est salus: * et super pópulum tuum benedíctio tua.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Ant. Tu es glória mea, tu es suscéptor meus, Dómine: tu exáltans caput meum, et exaudísti me de monte sancto tuo.
Ant. Tú eres, Señor, mi gloria, * el que me has recibido; Tú me has exaltado, y me oíste desde tu santo monte.
Salmo 3 [3]
3:2 ¡Ah, Señor! ¿Cómo es que se han aumentado tanto mis perseguidores? * Son muchísimos los que se han rebelado contra mí.
3:3 Muchos dicen de mí: * Ya no tiene que esperar de su Dios salvación.
3:4 Pero Tú, ¡oh Señor!, Tú eres mi protector, * mi gloria, y el que me hace levantar cabeza.
3:5 A voces clamé al Señor, * y Él me oyó benigno desde su santo monte.
3:6 Yo me dormí, y me entregué a un profundo sueño; * y me levanté, porque el Señor me tomó bajo su amparo.
3:7 No temeré, pues, a ese innumerable gentío que me tiene cercado; * levántate, ¡oh Señor!, sálvame Tú, Dios mío.
3:8 Pues Tú has castigado a todos los que sin razón me hacen guerra; * les has quebrado los dientes a los pecadores.
3:9 Del Señor nos viene la salvación; * y Tú, oh Dios mío, bendecirás a tu pueblo.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tú eres, Señor, mi gloria, el que me has recibido; Tú me has exaltado, y me oíste desde tu santo monte.
℣. Amávit eum Dóminus, et ornávit eum.
℟. Stolam glóriæ índuit eum.
℣. El Señor le amó y le honró.
℟. Le vistió con vestiduras de gloria.
Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen tuum: advéniat regnum tuum: fiat volúntas tua, sicut in cælo et in terra. Panem nostrum quotidiánum da nobis hódie: et dimítte nobis débita nostra, sicut et nos dimíttimus debitóribus nostris:
℣. Et ne nos indúcas in tentatiónem:
℟. Sed líbera nos a malo.
Absolutio. Exáudi, Dómine Jesu Christe, preces servórum tuórum, et miserére nobis: Qui cum Patre et Spíritu Sancto vivis et regnas in sǽcula sæculórum. Amen.
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy; perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores:
℣. No nos dejes caer en tentación:
℟. Mas líbranos del mal.
Absolución. Señor Jesucristo, escucha las súplicas de tus siervos y ten misericordia de nosotros, Tú que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
℣. Jube, domne, benedícere.
Benedictio. Benedictióne perpétua benedícat nos Pater ætérnus. Amen.

Lectio 1
De Ezechiéle Prophéta
Ezek 19:1-7
1 Et tu assúme planctum super príncipes Israël,
2 Et dices: Quare mater tua leǽna inter leónes cubávit? in médio leunculórum enutrívit cátulos suos?
3 Et edúxit unum de leúnculis suis, et leo factus est: et dídicit cápere prǽdam, hominémque comédere.
4 Et audiérunt de eo gentes: et non absque vulnéribus suis cepérunt eum, et adduxérunt eum in caténis in terram Ægýpti.
5 Quæ cum vidísset quóniam infirmáta est, et périit exspectátio ejus, tulit unum de leúnculis suis, leónem constítuit eum,
6 Qui incedébat inter leónes, et factus est leo: et dídicit prǽdam cápere et hómines devoráre,
7 Dídicit víduas fácere, et civitátes eórum in desértum addúcere: et desoláta est terra et plenitúdo ejus a voce rugítus illíus.
℣. Tu autem, Dómine, miserére nobis.
℟. Deo grátias.

℟. Laudábilis pópulus,
* Quem Dóminus exercítuum benedíxit dicens: Opus mánuum meárum tu es, heréditas mea Israël.
℣. Beáta gens, cujus est Dóminus Deus, pópulus eléctus in hereditátem.
℟. Quem Dóminus exercítuum benedíxit dicens: Opus mánuum meárum tu es, heréditas mea Israël.
℣. Dígnate, Señor, dar tu bendición.
Bendición. El Padre Eterno nos bendiga con su continua bendición. Amén.

Lectura 1
Del Profeta Ezequiel.
Eze 19:1-7
1 Canta una elegía sobre los príncipes de Israel,
2 Y di: ¿Qué fue tu madre? Una leona entre leones, agazapada en medio de leoncillos, crio sus cachorros.
3 Levantó a uno de sus cachorros, que llegó a ser león joven, y aprendió a tomar la presa y a devorar hombres.
4 Dieron voces contra él las gentes, y le apresaron en sus trampas, y con anillos le llevaron a la tierra de Egipto.
5 Y viendo ella, después de esperar mucho tiempo, que se desvanecía su esperanza, tomó a otro de sus cachorros y le convirtió en león adulto.
6 Andaba entre leones, y vino también a ser león joven, y aprendió a arrebatar la presa y a devorar hombres.
7 Rugiendo en su altanería, devastó ciudades, y se desvaneció el país y cuanto había a la voz de su rugido.
℣. Tú, Señor, ten piedad de nosotros.
℟. Demos gracias a Dios.

℟. Pueblo digno de alabanza,
* Al que bendijo el Señor de los ejércitos, diciendo: Tú eres la obra de mis manos, tú, Israel, eres mi heredad.
℣. Feliz el pueblo cuyo Señor es el mismo Dios; dichoso el pueblo elegido como herencia.
℟. Al que bendijo el Señor de los ejércitos, diciendo: Tú eres la obra de mis manos, tú, Israel, eres mi heredad.
℣. Jube, domne, benedícere.
Benedictio. Unigénitus Dei Fílius nos benedícere et adjuváre dignétur. Amen.

Lectio 2
Ezek 19:8-11
8 Et convenérunt advérsus eum gentes úndique de provínciis, et expandérunt super eum rete suum, in vulnéribus eárum captus est,
9 Et misérunt eum in cáveam, in caténis adduxérunt eum ad regem Babylónis, miserúntque eum in cárcerem, ne audirétur vox ejus ultra super montes Israël.
10 Mater tua quasi vínea in sánguine tuo super aquam plantáta est; fructus ejus et frondes ejus crevérunt ex aquis multis,
11 Et factæ sunt ei virgæ sólidæ in sceptra dominántium, et exaltáta est statúra ejus inter frondes, et vidit altitúdinem suam in multitúdine pálmitum suórum.
℣. Tu autem, Dómine, miserére nobis.
℟. Deo grátias.

℟. Angústiæ mihi sunt úndique, et quid éligam ignóro;
* Mélius est mihi incídere in manus hóminum, quam derelínquere legem Dei mei.
℣. Si enim hoc égero, mors mihi est; si autem non égero, non effúgiam manus vestras.
℟. Mélius est mihi incídere in manus hóminum, quam derelínquere legem Dei mei.
℣. Dígnate, Señor, dar tu bendición.
Bendición. El Hijo único de Dios nos bendiga y nos ayude. Amén.

Lectura 2
Eze 19:8-11
8 Dieron sobre él las gentes de las regiones del contorno, tendieron redes contra él y le cazaron en su fosa.
9 Encerráronle en una jaula con anillos y le llevaron al rey de Babilonia, para que no se oyesen más sus rugidos en los montes de Israel.
10 Tu madre fue como una vid plantada cerca de las aguas, vigorosa de fruto y de follaje por la abundancia de las aguas.
11 Echó robustos sarmientos, propios para cetros de soberanos. Su tronco se alzaba por entre las nubes, vistoso por su altura y por sus numerosos sarmientos.
℣. Tú, Señor, ten piedad de nosotros.
℟. Demos gracias a Dios.

℟. Las angustias me oprimen por todas partes, y no sé qué debo escoger.
* Mejor es para mí caer en las manos de los hombres que faltan a la ley de mi Dios.
℣. Si hiciese lo que queréis, sería para mí la muerte, y si no lo hiciere, no me libraré de vuestras manos.
℟. Mejor es para mí caer en las manos de los hombres que faltan a la ley de mi Dios.
℣. Jube, domne, benedícere.
Benedictio. Spíritus Sancti grátia illúminet sensus et corda nostra. Amen.

Lectio 3
Ezek 19:12-14
12 Et evúlsa est in ira, in terrámque projécta, et ventus urens siccávit fructum ejus; marcuérunt et arefáctæ sunt virgæ róboris ejus, ignis comédit eam;
13 Et nunc transplantáta est in desértum, in terra ínvia et sitiénti,
14 Et egréssus est ignis de virga ramórum ejus, qui fructum ejus comédit, et non fuit in ea virga fortis, sceptrum dominántium. Planctus est, et erit in planctum.
℣. Tu autem, Dómine, miserére nobis.
℟. Deo grátias.

℟. Misit Dóminus Angelum suum et conclúsit ora leónum,
* Et non contaminavérunt, quia coram eo injustítia invénta non est in me.
℣. Misit Deus misericórdiam suam et veritátem suam: ánimam meam erípuit de médio catulórum leónum.
℟. Et non contaminavérunt, quia coram eo injustítia invénta non est in me.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Et non contaminavérunt: quia coram eo injustítia invénta non est in me.
℣. Dígnate, Señor, dar tu bendición.
Bendición. La gracia del Espíritu Santo ilumine nuestros sentidos y corazones. Amén

Lectura 3
Eze 19:12-14
12 Pero fue arrancada con furor y echada a tierra, y el viento solano la agostó, quemó sus frutos. Secáronse sus robustos sarmientos, el fuego los devoró.
13 Y ahora está plantada en el desierto, en tierra sedienta y árida.
14 Y ha salido de uno de sus sarmientos un fuego que ha consumido su fruto, y no queda en ella rama alguna fuerte, ni un solo cetro de dominio. Elegía es ésta, y de elegía servirá.
℣. Tú, Señor, ten piedad de nosotros.
℟. Demos gracias a Dios.

℟. El Señor envió a su Ángel, y cerró las fauces de los leones,
* Y no me han hecho daño alguno, porque he sido hallado justo ante Él.
℣. Envió Dios su misericordia y su verdad, y arrancó mi alma de en medio de los cachorros de los leones.
℟. Y no me han hecho daño alguno, porque he sido hallado justo ante Él.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Y no me han hecho daño alguno, porque he sido hallado justo ante Él.
Nocturn II.
Ant. Invocántem * exaudívit Dóminus Sanctum suum, Dóminus exaudívit eum, et constítuit eum in pace.
Psalmus 4 [4]
4:2 Cum invocárem exaudívit me Deus justítiæ meæ: * in tribulatióne dilatásti mihi.
4:2 Miserére mei, * et exáudi oratiónem meam.
4:3 Fílii hóminum, úsquequo gravi corde? * ut quid dilígitis vanitátem, et quǽritis mendácium?
4:4 Et scitóte quóniam mirificávit Dóminus sanctum suum: * Dóminus exáudiet me cum clamávero ad eum.
4:5 Irascímini, et nolíte peccáre: * quæ dícitis in córdibus vestris, in cubílibus vestris compungímini.
4:6 Sacrificáte sacrifícium justítiæ, et speráte in Dómino. * Multi dicunt: Quis osténdit nobis bona?
4:7 Signátum est super nos lumen vultus tui, Dómine: * dedísti lætítiam in corde meo.
4:8 A fructu fruménti, vini, et ólei sui * multiplicáti sunt.
4:9 In pace in idípsum * dórmiam, et requiéscam;
4:10 Quóniam tu, Dómine, singuláriter in spe * constituísti me.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Ant. Invocántem exaudívit Dóminus Sanctum suum, Dóminus exaudívit eum, et constítuit eum in pace.
Nocturn II.
Ant. El Señor ha oído a su Santo que le invocaba; * le oyó y constituyó en la paz.
Salmo 4 [4]
4:2 Escúchame cuando te invoco, Dios, defensor mío; * Tú que en el aprieto me diste anchura,
4:2 Ten piedad de mí * y escucha mi oración.
4:3 Y vosotros, ¿hasta cuándo ultrajaréis mi honor, * amaréis la falsedad y buscaréis el engaño?
4:4 Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi favor, * y el Señor me escuchará cuando lo invoque.
4:5 Temblad y no pequéis, * reflexionad en el silencio de vuestro lecho;
4:6 Ofreced sacrificios legítimos y confiad en el Señor. * Hay muchos que dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha,
4:7 Si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?» * Pero Tú, Señor, has puesto en mi corazón más alegría
4:8 Que si abundara * en trigo y en vino.
4:9 En paz me acuesto * y en seguida me duermo,
4:10 Porque Tú sólo, Señor, * me haces vivir tranquilo.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor ha oído a su Santo que le invocaba; le oyó y constituyó en la paz.
Ant. Læténtur omnes, * qui sperant in te, Dómine: quóniam tu benedixísti justo, scuto bonæ voluntátis tuæ coronásti eum.
Psalmus 5 [5]
5:2 Verba mea áuribus pércipe, Dómine, * intéllege clamórem meum.
5:3 Inténde voci oratiónis meæ, * Rex meus et Deus meus.
5:4 Quóniam ad te orábo: * Dómine, mane exáudies vocem meam.
5:5 Mane astábo tibi et vidébo: * quóniam non Deus volens iniquitátem tu es.
5:6 Neque habitábit juxta te malígnus: * neque permanébunt injústi ante óculos tuos.
5:7 Odísti omnes, qui operántur iniquitátem: * perdes omnes, qui loquúntur mendácium.
5:7 Virum sánguinum et dolósum abominábitur Dóminus: * ego autem in multitúdine misericórdiæ tuæ.
5:8 Introíbo in domum tuam: * adorábo ad templum sanctum tuum in timóre tuo.
5:9 Dómine, deduc me in justítia tua: * propter inimícos meos dírige in conspéctu tuo viam meam.
5:10 Quóniam non est in ore eórum véritas: * cor eórum vanum est.
5:11 Sepúlcrum patens est guttur eórum, linguis suis dolóse agébant, * júdica illos, Deus.
5:11 Décidant a cogitatiónibus suis, secúndum multitúdinem impietátum eórum expélle eos, * quóniam irritavérunt te, Dómine.
5:12 Et læténtur omnes, qui sperant in te, * in ætérnum exsultábunt: et habitábis in eis.
5:12 Et gloriabúntur in te omnes, qui díligunt nomen tuum, * quóniam tu benedíces justo.
5:13 Dómine, ut scuto bonæ voluntátis tuæ * coronásti nos.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Ant. Læténtur omnes, qui sperant in te, Dómine: quóniam tu benedixísti justo, scuto bonæ voluntátis tuæ coronásti eum.
Ant. Alégrense todos, * los que en ti esperan, Señor; porque Tú has bendecido al justo; le esforzaste con el escudo de la buena voluntad.
Salmo 5 [5]
5:2 Señor, escucha mis palabras, * atiende a mis gemidos,
5:3 Haz caso de mis gritos de auxilio, * Rey mío y Dios mío.
5:4 A ti te suplico, * Señor; por la mañana escucharás mi voz,
5:5 Por la mañana te expongo mi causa, y me quedo aguardando. * Tú no eres un Dios que ame la maldad,
5:6 Ni el malvado es tu huésped, * ni el arrogante se mantiene en tu presencia.
5:7 Detestas a los malhechores, * destruyes a los mentirosos;
5:7 Al hombre sanguinario y traicionero lo aborrece el Señor. * Pero yo, por tu gran bondad,
5:8 Entraré en tu casa, * me postraré ante tu templo santo con toda reverencia.
5:9 Señor, guíame con tu justicia, * porque tengo enemigos; alláname tu camino.
5:10 En su boca no hay sinceridad, * su corazón es perverso;
5:11 Su garganta es un sepulcro abierto, mientras halagan con la lengua. * Castígalos, ¡oh Dios!:
5:11 Que fracasen sus planes; expúlsalos por sus muchos crímenes, * porque se rebelan contra ti.
5:12 Que se alegren los que se acogen a ti, * con júbilo eterno; protégelos,
5:12 Para que se llenen de gozo los que aman tu nombre, * porque Tú, Señor, bendices al justo,
5:13 Y como un escudo * lo rodea tu favor.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Alégrense todos, los que en ti esperan, Señor; porque Tú has bendecido al justo; le esforzaste con el escudo de la buena voluntad.
Ant. Dómine, Dóminus noster, * quam admirábile est nomen tuum in univérsa terra! quia glória et honóre coronásti Sanctum tuum, et constituísti eum super ópera mánuum tuárum.
Psalmus 8 [6]
8:2 Dómine, Dóminus noster, * quam admirábile est nomen tuum in univérsa terra!
8:2 Quóniam eleváta est magnificéntia tua, * super cælos.
8:3 Ex ore infántium et lacténtium perfecísti laudem propter inimícos tuos, * ut déstruas inimícum et ultórem.
8:4 Quóniam vidébo cælos tuos, ópera digitórum tuórum: * lunam et stellas, quæ tu fundásti.
8:5 Quid est homo quod memor es ejus? * aut fílius hóminis, quóniam vísitas eum?
8:6 Minuísti eum paulo minus ab Ángelis, glória et honóre coronásti eum: * et constituísti eum super ópera mánuum tuárum.
8:8 Ómnia subjecísti sub pédibus ejus, * oves et boves univérsas: ínsuper et pécora campi.
8:9 Vólucres cæli, et pisces maris, * qui perámbulant sémitas maris.
8:10 Dómine, Dóminus noster, * quam admirábile est nomen tuum in univérsa terra!
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Ant. Dómine, Dóminus noster, quam admirábile est nomen tuum in univérsa terra! quia glória et honóre coronásti Sanctum tuum, et constituísti eum super ópera mánuum tuárum.
Ant. Oh Señor, Dueño nuestro, * ¡cuán admirable es tu santo nombre en toda la redondez de la tierra! porque has coronado de gloria y honor a tu Santo, y le constituiste sobre las obras de tus manos.
Salmo 8 [6]
8:2 ¡Oh Señor, soberano dueño nuestro, * cuán admirable es tu santo Nombre en toda la tierra!
8:2 Porque tu majestad se ve ensalzada * sobre los cielos.
8:3 De la boca de los niños y de los que están aún pendientes del pecho de sus madres, hiciste Tú salir perfecta alabanza, por razón de tus enemigos, * para destruir al enemigo y al vengativo.
8:4 Yo contemplo tus cielos, obra de tus dedos, * la luna y las estrellas que Tú creaste,
8:5 Y exclamo: ¿Qué es el hombre, para que Tú te acuerdes de él? * ¿O qué es el hijo del hombre, para que vengas a visitarlo?
8:6 Lo hiciste un poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y de honor, * y le has dado el mando sobre las obras de tus manos.
8:8 Todas ellas las pusiste a sus pies; * todas las ovejas y bueyes, y aun las bestias del campo;
8:9 Las aves del cielo, y los peces del mar * que hienden sus olas.
8:10 ¡Oh Señor, soberano dueño nuestro, * cuán admirable es tu Nombre en toda la redondez de la tierra!
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Oh Señor, Dueño nuestro, ¡cuán admirable es tu santo nombre en toda la redondez de la tierra! porque has coronado de gloria y honor a tu Santo, y le constituiste sobre las obras de tus manos.
℣. Os justi meditábitur sapiéntiam.
℟. Et lingua ejus loquétur judícium.
℣. La boca del justo derramará sabiduría.
℟. Y su lengua hablará juiciosamente.
Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen tuum: advéniat regnum tuum: fiat volúntas tua, sicut in cælo et in terra. Panem nostrum quotidiánum da nobis hódie: et dimítte nobis débita nostra, sicut et nos dimíttimus debitóribus nostris:
℣. Et ne nos indúcas in tentatiónem:
℟. Sed líbera nos a malo.
Absolutio. Ipsíus píetas et misericórdia nos ádjuvet, qui cum Patre et Spíritu Sancto vivit et regnat in sǽcula sæculórum. Amen.
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy; perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores:
℣. No nos dejes caer en tentación:
℟. Mas líbranos del mal.
Absolución. Que nos auxilie la clemencia y misericordia de aquel que vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
℣. Jube, domne, benedícere.
Benedictio. Deus Pater omnípotens sit nobis propítius et clemens. Amen.

Lectio 4
Andreas Avellinus, dictus antea Lancellottus, apud Castrum Novum Lucaniæ pagum natus, inter ipsa infantiæ primordia, futuræ sanctitátis non obscura præbuit indicia. Adoléscens, ad litteras addiscendas paterna e domo egréssus, lubricam illíus ætátis sémitam inter bonárum artium stúdia ita peregit, ut sapiéntiæ initium, quod est timor Dómini, ob óculos potíssimum habere numquam prætermiserit. Cum egregia proinde forma exímium castitátis studium conjunxit, quo impudícas sæpe mulíerum insidias elusit, intérdum étiam apértam vim propulsávit. Clericali milítiæ jam pridem adscriptus, Neapolim se cóntulit, ut legálibus disciplinis vacaret; ibique jurisprudéntiæ lauream adeptus atque interea ad sacerdotalem dignitátem evectus, causárum patrocinia in foro dumtaxat ecclesiástico proque privátis quibusdam persónis, juxta sacrórum cánonum sanctiónes ágere cœpit. Verum, cum aliquándo inter causam agéndam leve ei mendácium excidísset, mox vero fortúita sacrárum Scripturárum lectióne in illa verba incidísset: Os, quod mentítur, occídit ánimam; tanto ejus culpæ dolóre ac pœniténtiæ correptus est, ut statim ab ejusmodi vitæ instituto sibi recedéndum esse duxerit. Itaque, abdicátis fœnsibus curis, se totum divino cultui sacrisque ministériis mancipávit. Cumque ecclesiásticæ virtútis exemplis emineret, sanctimoniálium regímini a tunc exsisténte archiepiscopo Neapolitano præfectus fuit. Quo in munere cum pravórum hóminum odia subiísset, primo quidem intentátæ sibi necis periculum declinávit; mox vero, per sicárium tribus in fácie acceptis vulnéribus, injuriæ atrocitátem æquo animo pértulit. Tunc, perfectioris vitæ desidério flagrans, ut inter Cléricos regulares adscriberétur, suppliciter postulávit; votique compos factus, ob ingentem quo æstuábat crucis amórem, ut sibi Andreæ nomen imponerétur, precibus impetrávit.
℣. Tu autem, Dómine, miserére nobis.
℟. Deo grátias.

℟. Honéstum fecit illum Dóminus, et custodívit eum ab inimícis, et a seductóribus tutávit illum:
* Et dedit illi claritátem ætérnam.
℣. Justum dedúxit Dóminus per vias rectas, et osténdit illi regnum Dei.
℟. Et dedit illi claritátem ætérnam.
℣. Dígnate, Señor, dar tu bendición.
Bendición. Dios Padre todopoderoso tenga piedad y misericordia de nosotros. Amén.

Lectura 4
Andrés Avelino, llamado antes Lancelote, nació en un pueblo llamado Castronuovo, en Lucania. Desde niño dio indicios de su futura santidad. En su adolescencia hubo de ausentarse de la casa paterna para dedicarse al estudio de las letras, y en edad peligrosa de la vida, procuró no perder nunca de vista el temor de Dios: principio de toda sabiduría. Unió a su belleza física, un gran amor a la castidad, que le movió a librarse de las asechanzas de las mujeres impúdicas. Adscrito muy pronto a la milicia clerical, se dirigió a Nápoles para estudiar el derecho, obteniendo el título de doctor. Habiendo sido elevado al sacerdocio, ejerció la abogacía sólo en el fuero eclesiástico y en favor de algunos particulares, como preceptúan los sagrados cánones. Más como cierto día, al defender un pleito, profirió una mentira leve, y habiendo abierto la Sagrada Escritura, leyera las siguientes palabras: La boca mentirosa mata el alma, fue tanto el dolor que le causó su falta, que resolvió abandonar inmediatamente su profesión. Entonces se consagró al culto divino y a los sagrados ministerios, en los que mereció, por sus plecaros y eminentes ejemplos en todas las virtudes eclesiásticas, que el arzobispo de Nápoles le confiara la dirección de un convento de religiosas. Habiéndose atraído en este cargo el odio de algunos hombres perversos, pudo escapar ileso a un primer atentado contra su vida; pero poco después un asesino le causó tres heridas en el rostro, sin que esta injuria turbara la igualdad de su alma. El vivo deseo de llevar una vida más perfecta le hizo solicitar su admisión entre los Clérigos regulares; anhelo que fue atendido, obteniendo, además, que se le impusiera el nombre de Andrés, por su ardiente amor a la cruz.
℣. Tú, Señor, ten piedad de nosotros.
℟. Demos gracias a Dios.

℟. El Señor le enriqueció, le guardó de sus enemigos, y le defendió de sus seductores:
* Y le procuró una gloria eterna.
℣. El Señor condujo al justo por caminos rectos y le mostró el reino de Dios.
℟. Y le procuró una gloria eterna.
℣. Jube, domne, benedícere.
Benedictio. Christus perpétuæ det nobis gáudia vitæ. Amen.

Lectio 5
Arctioris ítaque vitæ curriculum álacri studio ingréssus, in eas maxime virtútis exercitatiónes incúbuit, ad quas sese arduis étiam emissis votis obstrinxit; altero scilicet suæ ipsíus voluntáti jugiter obsisténdi, altero vero in via christianæ perfectiónis semper ulterius progrediendi. Regularis disciplinæ cultor assiduus, et in ea promovenda, cum aliis præesset, studiosíssimus fuit. Quidquid ab institúti sui officii et regulæ præscripto supererat témporis, oratióni et animárum salúti tribuebat. In confessiónibus excipiéndis mira ejus pietas et prudéntia enituit; vicos et oppida Neapoli finítima evangelicis ministériis magno cum animárum lucro frequens lustrábat. Quam ardentem erga próximos sancti viri caritátem signis étiam Dóminus illustrávit. Cum enim, intempesta nocte, ab audíta ægri confessióne domum rediret, ac pluviæ ventorúmque vis prælucéntem facem exstinxísset, non solum ipse cum sociis inter effusíssimos imbres nihil madefactus est; verum etiam, inusitato splendore e suo corpore mirabíliter emicante, sociis inter densíssimas ténebras iter monstrávit. Abstinéntia et patiéntia, nec non abjectióne atque ódio sui summopere præstitit. Necem fratris fílio illatam, imperturbato animo tulit, ac suos ab omni ulciscéndi cupiditate compescuit; immo étiam pro interfectóribus opem et misericórdiam judícium implorávit.
℣. Tu autem, Dómine, miserére nobis.
℟. Deo grátias.

℟. Amávit eum Dóminus, et ornávit eum: stolam glóriæ índuit eum,
* Et ad portas paradísi coronávit eum.
℣. Índuit eum Dóminus lorícam fídei, et ornávit eum.
℟. Et ad portas paradísi coronávit eum.
℣. Dígnate, Señor, dar tu bendición.
Bendición. Que Cristo nos conceda el gozo de la vida eterna. Amén.

Lectura 5
Habiendo emprendido gozoso una vida más austera, se aplicó sobre todo al ejercicio de las virtudes, al cual se obligó con dos votos de difícil observancia: el de combatir siempre su propia voluntad y el de avanzar cada día más en el camino de la perfección. Fiel observador de la regla, Andrés tuvo gran cuidado de que los demás también la observaran cuando fue su superior. El tiempo que le dejaban libre el cargo de su instituto y la observancia de la regla, lo consagraba a la oración y a la salvación de las almas. Su prudencia y piedad resplandecieron en el ministerio de la confesión. Recorría, como ministro del Evangelio, los pueblos y aldeas cercanas a Nápoles, con gran provecho de las almas. El Señor se complació en glorificar, hasta con prodigios, esta caridad del santo hombre con el prójimo, pues volviendo un día a su casa en una noche, luego de oír la confesión de un enfermo, la lluvia y el viento huracanado apagaron la luz que facilitaba su marcha; pero no sólo él y sus compañeros no se mojaron nada, sino que su cuerpo proyectó un resplandor que guió a sus compañeros en medio de las más densas tinieblas. La práctica de la abstinencia, la paciencia, el desprecio y el odio de sí, le llevó a la perfección de estas virtudes. Soportó, sin turbación, el asesinato de su sobrino, y reprimió en los suyos los impulsos de venganza, yendo a implorar por los culpables la clemencia y favor de los jueces.
℣. Tú, Señor, ten piedad de nosotros.
℟. Demos gracias a Dios.

℟. El Señor le amó y le honró, le vistió con vestiduras de gloria:
* Y le colocó en el umbral del Paraíso.
℣. Le cubrió con el yelmo de la fe, y le adornó.
℟. Y le colocó en el umbral del Paraíso.
℣. Jube, domne, benedícere.
Benedictio. Ignem sui amóris accéndat Deus in córdibus nostris. Amen.

Lectio 6
Plúribus in locis Clericórum regulárium ordinem propagávit, eorúmdem domicília Mediolani et Placéntiæ instituit. Illius operam sanctus Cárolus Borromæus et Paulus de Aretio Clericus regularis, cardinales, quibus erat acceptíssimus, in pastoralis muneris curis adhibuérunt. Deiparam Vírginem singulari amóre et cultu prosequebátur. Angelórum colloquio pérfrui meruit, quos, cum divinas laudes persólveret, e regióne concinéntes se audisse testátus est. Denique, post heróica virtútum exempla, prophetíæ quoque dono illustris, quo et secreta cordium et abséntia et futura prospéxit, annis gravis et labóribus fractus, ad aram celebratúrus in verbis illis tertio repetitis: Introíbo ad altáre Dei, repentino apoplexíæ morbo correptus est; mox sacramentis rite munítus, placidíssime inter suos ánimam efflávit. Ejus corpus Neapoli in ecclésia sancti Pauli ad hæc usque témpora eo frequentíssimo pópuli concursu cólitur, quo fuit elátum. Illum denique, insígnibus in vita et post mortem miraculis clarum, Clemens undecimus Pontifex maximus solemni ritu Sanctórum catálogo adscripsit.
℣. Tu autem, Dómine, miserére nobis.
℟. Deo grátias.

℟. Iste homo perfécit ómnia quæ locútus est ei Deus, et dixit ad eum: Ingrédere in réquiem meam:
* Quia te vidi justum coram me ex ómnibus géntibus.
℣. Iste est, qui contémpsit vitam mundi, et pervénit ad cæléstia regna.
℟. Quia te vidi justum coram me ex ómnibus géntibus.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Quia te vidi justum coram me ex ómnibus géntibus.
℣. Dígnate, Señor, dar tu bendición.
Bendición. Que Dios encienda en nuestros corazones el fuego de su amor. Amén.

Lectura 6
Propagó en diversos lugares la Orden de los Clérigos regulares, de los cuales fundó conventos en Plasencia y en Milán. Dos cardenales, San Carlos Borromeo y Pablo de Arezo, Clérigo regular, le profesaban gran afecto, y recurrieron a sus servicios en el ejercicio de su cargo pastoral. Andrés amaba y honraba con predilección a la Virgen, Madre de Dios, y mereció gozar de la conversación con los ángeles, cuyos cánticos manifestó haber oído mientras él mismo celebraba las divinas alabanzas. Tras haber dado ejemplos heroicos de virtudes y de adquirir gran celebridad por el don de profecía, por el que veía sucesos lejanos o futuros, y por la penetración de los corazones, lleno de años y agotado por los trabajos, sufrió un ataque de apoplejía en el momento en que, tras repetir el verso: “Me acercaré al altar de mi Dios”, iba a subir al altar para celebrar, y habiéndole administrado en seguida los sacramentos, Andrés expiró con gran dulzura entre los suyos. Acude a venerar su cuerpo, aun en nuestros días, en la iglesia de San Pablo, en Nápoles, un concurso de pueblo tan grande como en el día de su inhumación. Y por el fulgor de los milagros que obró en vida y después de su muerte, el soberano pontífice Clemente XI le inscribió en el catálogo de los santos con las solemnidades acostumbradas.
℣. Tú, Señor, ten piedad de nosotros.
℟. Demos gracias a Dios.

℟. Este hombre cumplió todo lo que Dios le había mandado, y Dios le dijo: Entra en el lugar de mi reposo:
* Porque te he hallado justo ante mí entre todas las naciones,
℣. Este Santo despreció la vida mundana y llegó al reino de los cielos.
℟. Porque te he hallado justo ante mí entre todas las naciones.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Porque te he hallado justo ante mí entre todas las naciones.
Nocturn III.
Ant. Dómine, * iste Sanctus habitábit in tabernáculo tuo, operátus est justítiam, requiéscet in monte sancto tuo.
Psalmus 14 [7]
14:1 Dómine, quis habitábit in tabernáculo tuo? * aut quis requiéscet in monte sancto tuo?
14:2 Qui ingréditur sine mácula, * et operátur justítiam:
14:3 Qui lóquitur veritátem in corde suo, * qui non egit dolum in lingua sua:
14:3 Nec fecit próximo suo malum, * et oppróbrium non accépit advérsus próximos suos.
14:4 Ad níhilum dedúctus est in conspéctu ejus malígnus: * timéntes autem Dóminum gloríficat:
14:5 Qui jurat próximo suo, et non décipit, * qui pecúniam suam non dedit ad usúram, et múnera super innocéntem non accépit.
14:5 Qui facit hæc: * non movébitur in ætérnum.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Ant. Dómine, iste Sanctus habitábit in tabernáculo tuo, operátus est justítiam, requiéscet in monte sancto tuo.
Nocturn III.
Ant. Señor, * este Santo habitará en tu templo; ha practicado la justicia y morará en tu monte santo.
Salmo 14 [7]
14:1 ¡Ah, Señor!, ¿quién morará en tu celestial tabernáculo? * ¿o quién descansará en tu santo monte?
14:2 Aquel que vive sin mancilla * y obra rectamente.
14:3 Aquel que habla la verdad que tiene en su corazón * y no ha forjado ningún dolo con su lengua;
14:3 Ni ha hecho mal a sus prójimos * ni ha consentido que fuesen infamados.
14:4 El que en su estimación tiene al malvado por nada, * mas honra a aquellos que temen al Señor;
14:5 Que si hace juramento a su prójimo, no le engaña. * Que no da su dinero a usura, ni se deja cohechar contra el inocente.
14:5 Quien así se porta, * no será conmovido por toda la eternidad.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Señor, este Santo habitará en tu templo; ha practicado la justicia y morará en tu monte santo.
Ant. Vitam pétiit * a te, et tribuísti ei, Dómine: glóriam et magnum decórem imposuísti super eum: posuísti in cápite ejus corónam de lápide pretióso.
Psalmus 20 [8]
20:2 Dómine, in virtúte tua lætábitur rex: * et super salutáre tuum exsultábit veheménter.
20:3 Desidérium cordis ejus tribuísti ei: * et voluntáte labiórum ejus non fraudásti eum.
20:4 Quóniam prævenísti eum in benedictiónibus dulcédinis: * posuísti in cápite ejus corónam de lápide pretióso.
20:5 Vitam pétiit a te: * et tribuísti ei longitúdinem diérum in sǽculum, et in sǽculum sǽculi.
20:6 Magna est glória ejus in salutári tuo: * glóriam et magnum decórem impónes super eum.
20:7 Quóniam dabis eum in benedictiónem in sǽculum sǽculi: * lætificábis eum in gáudio cum vultu tuo.
20:8 Quóniam rex sperat in Dómino: * et in misericórdia Altíssimi non commovébitur.
20:9 Inveniátur manus tua ómnibus inimícis tuis: * déxtera tua invéniat omnes, qui te odérunt.
20:10 Pones eos ut clíbanum ignis in témpore vultus tui: * Dóminus in ira sua conturbábit eos, et devorábit eos ignis.
20:11 Fructum eórum de terra perdes: * et semen eórum a fíliis hóminum.
20:12 Quóniam declinavérunt in te mala: * cogitavérunt consília, quæ non potuérunt stabilíre.
20:13 Quóniam pones eos dorsum: * in relíquiis tuis præparábis vultum eórum.
20:14 Exaltáre, Dómine, in virtúte tua: * cantábimus et psallémus virtútes tuas.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Ant. Vitam pétiit a te, et tribuísti ei, Dómine: glóriam et magnum decórem imposuísti super eum: posuísti in cápite ejus corónam de lápide pretióso.
Ant. Te pidió la vida, * y Tú, Señor, se la has concedido; le revestiste de una gran gloria y esplendor; pusiste sobre su frente una corona de piedras preciosas.
Salmo 20 [8]
20:2 Oh, Señor, en tu gran poder hallará el rey su alegría, * y saltará de extremado gozo por la salvación que le has enviado.
20:3 Tú le has cumplido el deseo de su corazón, * y no has frustrado los ruegos que formaron sus labios.
20:4 Antes, te has anticipado a él con bendiciones amorosas; * le pusiste sobre la cabeza una corona de piedras preciosas.
20:5 Te pidió vida, * y Tú le has concedido alargar sus días por los siglos de los siglos.
20:6 Grande es su gloria por la salvación que le has dado. * Aún le revistarás de una gloria y esplendor mucho más grande.
20:7 Porque Tú harás que él sea bendición eterna; * lo colmarás de gozo con sólo mostrarle tu rostro.
20:8 Por cuanto el rey tiene puesta su confianza en el Señor; * por lo mismo descansará inmóvil en la misericordia del Altísimo.
20:9 Alcance tu poderosa mano a todos tus enemigos; * descargue tu diestra sobre todos los que te aborrecen.
20:10 Mostrándoles tu rostro, harás de ellos como un horno encendido. * Airado el Señor los pondrá en consternación, y el fuego los devorará.
20:11 Extirparás su descendencia de la faz de la tierra, * y quitarás su raza de entre los hijos de los hombres.
20:12 Porque urdieron contra ti maldades; * forjaron designios que no pudieron ejecutar.
20:13 Tú los pondrás en fuga, * y tendrás aparejadas contra ellos, las flechas de tu arco.
20:14 Ensálzate, Señor, con tu poder infinito; * que nosotros celebraremos con cánticos e himnos tus maravillas.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Te pidió la vida, y Tú, Señor, se la has concedido; le revestiste de una gran gloria y esplendor; pusiste sobre su frente una corona de piedras preciosas.
Ant. Hic accípiet * benedictiónem a Dómino, et misericórdiam a Deo salutári suo: quia hæc est generátio quæréntium Dóminum.
Psalmus 23 [9]
23:1 Dómini est terra, et plenitúdo ejus: * orbis terrárum, et univérsi qui hábitant in eo.
23:2 Quia ipse super mária fundávit eum: * et super flúmina præparávit eum.
23:3 Quis ascéndet in montem Dómini? * aut quis stabit in loco sancto ejus?
23:4 Ínnocens mánibus et mundo corde, * qui non accépit in vano ánimam suam, nec jurávit in dolo próximo suo.
23:5 Hic accípiet benedictiónem a Dómino: * et misericórdiam a Deo, salutári suo.
23:6 Hæc est generátio quæréntium eum, * quæréntium fáciem Dei Jacob.
23:7 Attóllite portas, príncipes, vestras, et elevámini, portæ æternáles: * et introíbit Rex glóriæ.
23:8 Quis est iste Rex glóriæ? * Dóminus fortis et potens: Dóminus potens in prǽlio.
23:9 Attóllite portas, príncipes, vestras, et elevámini, portæ æternáles: * et introíbit Rex glóriæ.
23:10 Quis est iste Rex glóriæ? * Dóminus virtútum ipse est Rex glóriæ.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Ant. Hic accípiet benedictiónem a Dómino, et misericórdiam a Deo salutári suo: quia hæc est generátio quæréntium Dóminum.
Ant. Este es * el que obtendrá la bendición del Señor; y la misericordia de Dios su Salvador, porque tal es el linaje de los que le buscan.
Salmo 23 [9]
23:1 Del Señor es la tierra y cuanto la llena, * el orbe y todos sus habitantes:
23:2 Él la fundó sobre los mares, * Él la afianzó sobre los ríos.
23:3 ¿Quién puede subir al monte del Señor? * ¿Quién puede estar en el recinto sacro?
23:4 El hombre de manos inocentes y puro corazón, * que no confía en los ídolos ni jura contra el prójimo en falso.
23:5 Ése recibirá la bendición del Señor, * le hará justicia el Dios de salvación.
23:6 Éste es el grupo que busca al Señor, * que viene a tu presencia, Dios de Jacob.
23:7 ¡Portones!, alzad los dinteles, que se alcen las antiguas compuertas: * va a entrar el Rey de la gloria.
23:8 ¿Quién es ese Rey de la gloria? * El Señor, héroe valeroso; el Señor, héroe de la guerra.
23:9 ¡Portones!, alzad los dinteles, que se alcen las antiguas compuertas: * va a entrar el Rey de la gloria.
23:10 ¿Quién es ese Rey de la gloria? * El Señor, Dios de los ejércitos. Él es el Rey de la gloria.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Este es el que obtendrá la bendición del Señor; y la misericordia de Dios su Salvador, porque tal es el linaje de los que le buscan.
℣. Lex Dei ejus in corde ipsíus.
℟. Et non supplantabúntur gressus ejus.
℣. La ley de su Dios la tiene en medio del corazón.
℟. Y andará con firmes pasos.
Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen tuum: advéniat regnum tuum: fiat volúntas tua, sicut in cælo et in terra. Panem nostrum quotidiánum da nobis hódie: et dimítte nobis débita nostra, sicut et nos dimíttimus debitóribus nostris:
℣. Et ne nos indúcas in tentatiónem:
℟. Sed líbera nos a malo.
Absolutio. A vínculis peccatórum nostrórum absólvat nos omnípotens et miséricors Dóminus. Amen.
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy; perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores:
℣. No nos dejes caer en tentación:
℟. Mas líbranos del mal.
Absolución. El Señor omnipotente y misericordioso desate las cadenas de nuestros pecados. Amén.
℣. Jube, domne, benedícere.
Benedictio. Evangélica léctio sit nobis salus et protéctio. Amen.

Lectio 7
Léctio sancti Evangélii secúndum Lucam
Luc 12:35-40
In illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis: Sint lumbi vestri præcincti, et lucernæ ardentes in mánibus vestris. Et réliqua.

Homilía sancti Gregórii Papæ
Homilia 13 in Evang.
Sancti Evangélii, fratres caríssimi, apérta vobis est léctio recitata. Sed ne alíquibus ipsa ejus planíties alta fortásse videátur, eam sub brevitáte transcúrrimus, quátenus ejus exposítio ita nesciéntibus fiat cógnita, ut tamen sciéntibus non sit onerósa. Dóminus dicit: Sint lumbi vestri præcíncti. Lumbos enim præcíngimus, cum carnis luxúriam per continéntiam coarctámus. Sed quia minus est, mala non ágere, nisi étiam quisque stúdeat, et bonis opéribus insudáre, prótinus ádditur: Et lucérnæ ardéntes in mánibus vestris. Lucérnas quippe ardéntes in mánibus tenémus, cum per bona ópera próximis nostris lucis exémpla monstrámus. De quibus profécto opéribus Dóminus dicit: Lúceat lux vestra coram homínibus, ut vídeant ópera vestra bona, et gloríficent Patrem vestrum qui in cælis est.
℣. Tu autem, Dómine, miserére nobis.
℟. Deo grátias.

℟. Iste est qui ante Deum magnas virtútes operátus est, et de omni corde suo laudávit Dóminum:
* Ipse intercédat pro peccátis ómnium populórum.
℣. Ecce homo sine queréla, verus Dei cultor, ábstinens se ab omni ópere malo, et pérmanens in innocéntia sua.
℟. Ipse intercédat pro peccátis ómnium populórum.
℣. Dígnate, Señor, dar tu bendición.
Bendición. Que la lectura del Evangelio nos salve y nos proteja. Amén.

Lectura 7
Lectura del santo Evangelio según San Lucas
Lc 12:35-40
En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: Ceñid vuestras cinturas, y tened en vuestras manos las luces ya encendidas. Y lo que sigue.

Homilía de San Gregorio, Papa.
Homilía 13 sobre los Evangelios.
Bien manifiesto os es, carísimos, el sentido que encierra esta lección del santo Evangelio. Mas a fin de que, por causa de su misma simplicidad no parezca a algunos demasiado elevada, la expondremos brevemente para dar a conocer su significación a los que la ignoran, sin fatigar a los que la conocen. El Señor dice: “Ceñid vuestras cinturas”. A la verdad, nos ceñimos la cintura cuando reprimimos la lujuria de la carne por medio de la continencia. Pero como no es suficiente no obrar el mal, si al propio tiempo no procuramos la práctica de las buenas obras, por esto añade a continuación: “Y tened en vuestras manos las luces ya encendidas”. Tenemos las luces encendidas en nuestras manos, cuando mediante las buenas obras servimos de ejemplo a nuestro prójimo. De estas obras dice el Señor: “Resplandezca vuestra luz delante de los hombres, a fin de que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”.
℣. Tú, Señor, ten piedad de nosotros.
℟. Demos gracias a Dios.

℟. Este practicó ante Dios grandes virtudes, y alabó con todo su corazón al Señor:
* El mismo intercederá por los pecados de todos los pueblos.
℣. He ahí un hombre pacífico, verdadero servidor de Dios, que se abstiene de toda mala acción y conserva aún su inocencia.
℟. El mismo intercederá por los pecados de todos los pueblos.
℣. Jube, domne, benedícere.
Benedictio. Cujus festum cólimus, ipse intercédat pro nobis ad Dóminum. Amen.

Lectio 8
Duo autem sunt, quæ jubéntur, et lumbos restríngere, et lucérnas tenére: ut et mundítia sit castitátis in córpore, et lumen veritátis in operatióne. Redemptóri étenim nostro unum sine áltero placére nequáquam potest: si aut is qui bona agit, adhuc luxúriæ inquinaménta non déserit: aut is qui castitáte præéminet, necdum se per bona ópera exércet. Nec cástitas ergo magna est sine bono ópere, nec opus bonum est áliquod sine castitáte. Sed et si utrúmque ágitur, restat, ut quisquis ille est, spe ad supérnam pátriam tendat, et nequáquam se a vítiis pro mundi hujus honestáte contíneat.
℣. Tu autem, Dómine, miserére nobis.
℟. Deo grátias.

℟. Sint lumbi vestri præcíncti, et lucérnæ ardéntes in mánibus vestris:
* Et vos símiles homínibus exspectántibus dóminum suum, quando revertátur a núptiis.
℣. Vigiláte ergo, quia nescítis qua hora Dóminus vester ventúrus sit.
℟. Et vos símiles homínibus exspectántibus dóminum suum, quando revertátur a núptiis.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Et vos símiles homínibus exspectántibus dóminum suum, quando revertátur a núptiis.
℣. Dígnate, Señor, dar tu bendición.
Bendición. Interceda por nosotros ante el Señor, el Santo cuya fiesta celebramos. Amén.

Lectura 8
Dos son las cosas que se nos ordenan, tener ceñidas las cinturas y encendidas las antorchas, de suerte que la pureza de la castidad reine en el cuerpo, y la luz de la verdad en las obras. Y ciertamente no es posible agradar a nuestro Redentor sin ambas cosas, es decir, que si aquel que obra bien, no deja el mal de la lujuria, o aquel que se distingue por la castidad no se ejercita con buenas obras, no le puede ser agradable en manera alguna. Por tanto, ni la castidad debe tenerse en mucho si no va acompañada de buenas obras, ni puede darse obra buena sin la castidad. Pero al que posee ambas, no le resta más que tender con la esperanza hacia la eterna patria, y tener cuidado, al abstenerse de los vicios, de no hacerlo movido por el honor de este mundo.
℣. Tú, Señor, ten piedad de nosotros.
℟. Demos gracias a Dios.

℟. Ceñid vuestras cinturas, y tened en vuestras manos las luces ya encendidas:
* Sed semejantes a los criados que aguardan a su amo cuando vuelve de las bodas.
℣. Estad siempre prevenidos, porque ignoráis en qué hora vuestro Señor ha de venir.
℟. Sed semejantes a los criados que aguardan a su amo cuando vuelve de las bodas.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Sed semejantes a los criados que aguardan a su amo cuando vuelve de las bodas.
℣. Jube, domne, benedícere.
Benedictio. Ad societátem cívium supernórum perdúcat nos Rex Angelórum. Amen.

Lectio 9
Commemoratio Ss. Tryphonis et Sociorum Mártyrum
Tryphon, Decio imperatóre, cum Jesu Christi fidem prædicans, omnes ad ejus cultum perducere conarétur, a Decii satellítibus comprehénsus, primum equuleo torquétur et ungulis férreis excarnificátur; deínde, sublimibus pédibus candéntibus clavis confíxus, fustibus cæditur, et, admotis facibus ardéntibus, aduritur. Quæ cum ómnia fortiter ferentem vidísset Respicius tribunus, ad Christi Dómini fidem convérsus, statim se christianum esse palam proféssus est. Qui, varie cruciatus, una cum Tryphone rapitur ad Jovis simulacrum; quæ statua, Tryphone orante, cóncidit. Quare plumbátis crudelíssime contúsi, nobilíssimum martyrium consecúti sunt quarto Idus Novembris. Eodem die virgo quædam, cui nomen Nympha, cum Jesum Christum verum esse Deum clara voce testarétur, martyrii palmam ad virginitátis corónam adjunxit.
℣. Tu autem, Dómine, miserére nobis.
℟. Deo grátias.

Te Deum
Te Deum laudámus: * te Dóminum confitémur.
Te ætérnum Patrem * omnis terra venerátur.
Tibi omnes Ángeli, * tibi Cæli, et univérsæ Potestátes:
Tibi Chérubim et Séraphim * incessábili voce proclámant:
Fit reverentia Sanctus, Sanctus, Sanctus * Dóminus Deus Sábaoth.
Pleni sunt cæli et terra * majestátis glóriæ tuæ.
Te gloriósus * Apostolórum chorus,
Te Prophetárum * laudábilis númerus,
Te Mártyrum candidátus * laudat exércitus.
Te per orbem terrárum * sancta confitétur Ecclésia,
Patrem * imménsæ majestátis;
Venerándum tuum verum * et únicum Fílium;
Sanctum quoque * Paráclitum Spíritum.
Tu Rex glóriæ, * Christe.
Tu Patris * sempitérnus es Fílius.
Fit reverentia Tu, ad liberándum susceptúrus hóminem: * non horruísti Vírginis úterum.
Tu, devícto mortis acúleo, * aperuísti credéntibus regna cælórum.
Tu ad déxteram Dei sedes, * in glória Patris.
Judex créderis * esse ventúrus.
Sequens versus dicitur flexis genibus
Te ergo quǽsumus, tuis fámulis súbveni, * quos pretióso sánguine redemísti.
Ætérna fac cum Sanctis tuis * in glória numerári.
Salvum fac pópulum tuum, Dómine, * et bénedic hereditáti tuæ.
Et rege eos, * et extólle illos usque in ætérnum.
Per síngulos dies * benedícimus te.
Fit reverentia, secundum consuetudinem Et laudámus nomen tuum in sǽculum, * et in sǽculum sǽculi.
Dignáre, Dómine, die isto * sine peccáto nos custodíre.
Miserére nostri, Dómine, * miserére nostri.
Fiat misericórdia tua, Dómine, super nos, * quemádmodum sperávimus in te.
In te, Dómine, sperávi: * non confúndar in ætérnum.
℣. Dígnate, Señor, dar tu bendición.
Bendición. Que el Rey de los ángeles nos agregue a los ciudadanos del cielo. Amén.

Lectura 9
Conmemoración de los Ss. Trifón y compañeros, Mártires
En el reinado de Decio, Trifón fue detenido por los satélites del emperador mientras predicaba la fe de Cristo y convertía a todos los que le escuchaban. Le atormentaron primero sobre el caballete y después desgarraron sus carnes con uñas de hierro; luego le atravesaron las plantas de los pies con clavos candentes, le golpearon con bastones, y le quemaron los costados con ascuas ardientes. Al ver la constancia del mártir entre tantos sufrimientos, el tribuno Respicio se convirtió a la fe de Cristo Nuestro Señor, declarando en presencia de todos que era cristiano. Tras infligirle crueles suplicios le condujeron con Trifón ante el ídolo de Júpiter; pero cuando Trifón oraba, cayó la estatua, por lo que ambos fueron vapuleados con varas plumbeadas, terminando así su glorioso martirio en el día cuarto antes de los idus de noviembre. El mismo día una virgen llamada Ninfa, habiendo manifestado en alta voz que Jesucristo era verdadero Dios, añadió la palma del martirio a la corona de la virginidad.
℣. Tú, Señor, ten piedad de nosotros.
℟. Demos gracias a Dios.

Te Deum
A ti, oh Dios, alabamos: * a ti, oh Señor, te confesamos.
A ti, Padre Eterno, * reconoce y venera toda la tierra;
A ti todos los Ángeles, * a ti los cielos y todas las Potestades;
A ti los Querubines y Serafines, * claman sin cesar:
Reverencia Santo, Santo, Santo * el Señor Dios de los ejércitos.
Llenos están los cielos y la tierra * de la Majestad de tu gloria.
A ti el glorioso coro * de los Apóstoles,
A ti la venerable muchedumbre * de los Profetas,
A ti alaba el numeroso ejército * de los Mártires.
A ti la Iglesia santa * confiesa por toda la redondez de la tierra:
Por Padre * de inmensa majestad;
Y que debe ser adorado * tu verdadero y único Hijo;
Y también el Espíritu Santo * consolador.
Tú, oh Cristo, * eres Rey de la gloria.
Tú, el Hijo sempiterno * del Padre.
Reverencia Tú, para rescatarnos * te hiciste hombre, y no tuviste a menos encerrarte en el seno de una Virgen.
Tú, destruido el imperio de la muerte, * abriste a los fieles el reino de los cielos.
Tú estás sentado a la diestra de Dios, * en la gloria del Padre.
Y de allí creemos * que vendrás a juzgarnos.
El siguiente verso se dice de rodillas.
Por esto te suplicamos socorras a tus siervos, * a quienes con tu sangre preciosa redimiste.
Haz que en la eterna gloria * seamos del número de tus santos.
Salva, Señor, a tu pueblo, * y bendice a tu herencia.
Y gobiérnalos, * y ensálzalos para siempre.
Todos los días * te bendecimos.
Reverencia, como es costumbre Y alabamos tu nombre en los siglos, * y en los siglos de los siglos.
Dígnate, Señor, conservarnos * sin pecado en este día.
Ten, Señor, piedad de nosotros; * sí, ten de nosotros piedad.
Descienda, Señor, tu misericordia sobre nosotros, * pues pusimos en ti nuestra esperanza.
En ti, Señor, esperaré: * nunca seré confundido.
Dicto Hymno « Te Deum » aut nono vel tertio Responsorio ejus loco ponitur, statim inchoantur Laudes, præterquam in Nocte Nativitatis Domini; quia tunc dicitur Oratio, postea celebratur Missa, ut suo loco notatur.
El resto se omite, salvo que Laúdes se haga aparte.
Oratio {ex Proprio Sanctorum}
℣. Dómine, exáudi oratiónem meam.
℟. Et clamor meus ad te véniat.
Orémus.
Deus, qui in corde beáti Andréæ Confessóris tui, per árduum quotídie in virtútibus proficiéndi votum, admirábiles ad te ascensiónes disposuísti: concéde nobis, ipsíus méritis et intercessióne, ita eiúsdem grátiæ partícipes fíeri; ut, perfectióra semper exsequéntes, ad glóriæ tuæ fastígium felíciter perducámur.
Per Dóminum nostrum Jesum Christum, Fílium tuum: qui tecum vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti, Deus, per ómnia sǽcula sæculórum.
℟. Amen.
Oración {del Propio de los Santos}
℣. Señor, escucha nuestra oración.
℟. Y llegue a ti nuestro clamor.
Oremos.
Oh Dios, que inspiraste a San Andrés Avelino el difícil voto de adelantar cada día en la virtud para así ascender hacia Ti; concédenos, por sus méritos e intercesión, la gracia de hacer siempre lo más perfecto para llegar felizmente a tu gloria.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos.
℟. Amén.
Post Divinum officium

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